viernes, 15 de marzo de 2013

Una sesión extraordinaria trascendente del Ayuntamiento de Santa Clara.

Introducción

En múltiples investigaciones y  estudios realizados se exponen las causas que condujeron  al reinicio de la contienda independentista cubana en 1895, pero hasta ahora  no se ha abordado cómo las propias instituciones coloniales estaban caladas de su conocimiento; encontrándose éstas maniatadas  en la búsqueda de soluciones que pudieran revertir la precaria situación por la cual atravesaban los diferentes territorios de la isla.

Una exposición detallada,  osada  y profunda tuvo lugar en  la sesión del Ayuntamiento de Santa Clara el 27 de mayo de 1899 por parte del cuerpo capitular ante  la presencia del Gobernador y Capitán General de la Isla, General D. Manuel Salamanca y Negrete, expresión de las contradicciones entre los gobiernos locales y el gobierno central de La Habana; viniendo exponer  las  fisuras del sistema.

Presentamos en toda su extensión lo expresado aquella noche en la cede del Ayuntamiento de Santa Clara, recogida en el acta de la sesión extraordinaria celebrada.

SESION DEL AYUNTAMIENTO DE SANTA CLARA DEL 27 DE MAYO DE 1889.

En la ciudad de Santa clara á los veinte y siete días del mes de Mayo de mil ochocientos ochenta y nueve a las ocho de la noche, se reunieron en la  Sala Capitular, los Señores Concejales que al margen se expresan, con el objetivo de celebrar sesión extraordinaria, bajo la Presidencia del Excelentísimo Sr.  Gobernador  General D. Manuel Salamanca y Negrete, verificándose el acto en la forma siguiente:

Declaró abierta la sesión el Excelentísimo Sr. Presidente concediendo la palabra al Sr.  Concejal que quisiera hacer uso de ella. Seguidamente la pidió el Sr. Alcalde Municipal, y concedida, habló en los siguientes términos.

Dijo, que hecha la paz, con el entusiasmo del momento, creyese que el pais en breve se levantaría de la postración en que le ha dejado la guerra; que debido al nuevo régimen municipal, se crearon municipios nuevos, pero sin tener suficientes recursos para llevar una vida desahogada y atender debidamente  á las grandes cargas que exije la administración Municipal; que estas segregaciones habian como era consiguiente, hubo mas difícil la situación económica de las antiguas cabeceras, que solo debían pagar las deudas que todos habian contraido.

Expreso de una manera clara y precisa la dificultad que en la práctica hace casi imposible el cobro de los repartimientos, no pudiendo por consecuencia atender debidamente y velar los intereses de sus representados; porque así y todo, este Municipio, que se había hecho cargo de una deuda enorme, había procurado por todos los medios posibles saldarla, para  lo cual había emitido Bonos  por un valor de seteciento y cinco mil pesos, de los que por medio de sorteo tiene recojido ya mas de diez mil pesos. Que si bien este Ayuntamiento llevaba una marcha difícil, esta se hacia mas imposible, desde el momento que el Gobierno trató de establecer el impopular impuesto de consumo, sobre los artículos de comer, beber y arder; circunstancia por la cual el presupuesto municipal no pudo ser oportunamente hecho y aprobado; haciendo al mismo tiempo consideraciones encaminadas á demostrar las dificultades que en la práctica trae su implantación; tanto por que siendo las ciudades de esta Isla, completamente abiertas, lo cual hace imposible impedir el contrabando, cuanto por que el pueblo considera vejatoria una tributacion á la cual no está acostumbrados.

Expuso que en su sentido, el derecho de consumo de ganado, es la causa que las reses hubieran bajado de precio hasta una tercera parte de su valor, trayendo este descenso la mina de una industria antes próspera, y de la cual labraban su subsistencia centenares de familias.

Tratando de la Instrucción Pública, lamentó el atraso en que se encuentran las pagas de los Maestros, haciéndoles llevar una existencia de privaciones, que como única recompensa les aguardaba en su vejez la miseria. Manifestó asimismo, que construido el Cementerio de esta ciudad en sus siete octavas partes con fondos del pueblo, á este de derecho le pertenecía su administración,  y así lo  había reconocido la Superioridad, quien en distintas ocasiones había ordenado a la Iglesia se entregara al Ayuntamiento, pero que aquella siempre habia buscado medios  eludir las terminantes disposiciones de la Superioridad; sin embargo este Ayuntamiento insistía en que sus derechos no fueran burlados, á cuyo fin había elevado en el mes de Abril último, respetuosa súplica á su Autoridad.

Hizo presente las ventajas que tanto en lo material como en lo moral, traería á los presos de la Cárcel de esta ciudad, una Escuela y una Capilla, pidiendo de este modo los asilados ejercitan sus fuerzas físicas á la par que desarrollar sus sentimientos religiosos haciendose utiles ciudadanos á   su salida del citado Establecimiento. Que las conciones higiénicas de este no dejaban que desear, y que sí como Autoridad no pedia se mejorasen, como Médico no podia menos que pedir se observasen con aquellos desgraciados los mas rigurosos preceptos de la higiene.

Refiriéndose a los Hospitales, manifestó que los sentimientos caritativos de nuestros antepasados habían creado dos establecimientos que llevaban los nombres de San Juan  de Dios y San Lázaro, dotándolos aquellos esclarecidos patricios de pingues rentas. Que los  acogidos en dichos  establecimientos contaban con todo lo mas indispensable á  la vida, á cuyo fin este Ayuntamiento abonando puntualmente el déficit que le corresponde, contribuye á ello, pero que creía que la administración de los expresados Asilos debia volver a este Ayuntamiento, por medio de una Junta de Patronato.

Expreso brillantemente, que mientras mas próspera y rica fuera esta colonia, tanto mas fuertes  serian los lazos que la unan á su Metrópoli, á cuyo fin podia contribuir con sus acertadas leyes el Gobierno de la Nacion del cual era digno representante en esta Antilla el invicto General, por el cual tenian la honra de ser en aquel momento presididos.

El Excelentísimo Sr. Gob. Gral. con fácil y concisa palabra hizo una completa narración de la historia de su vida como militar,  exponiendo las causas que le impulsaron á aceptar el Gobierno de esta Antilla; para el cual babía sido designado varias veces por S. M.; pero que no aceptó hasta que  creyó que con ello reportaría algún beneficio a estas provincias. Que animado de los mas nobles deseos había abandonado las costas peninsulares para venir á hallarse entre este pueblo. Que seguramente le apreciaba, puesto que por todas partes había sido recibido con muestras de simpatía. Que si fatalmente él no podía ver realizados sus nobles deseos, haciendo que esta Antilla fuera rica, próspera, disfrutando de una completa paz moral de la que tanto necesitaba para no envidiar nada al pais mas culto y mejor administrado, no sería ciertamente por falta de voluntad, la que conservaría siempre fuerte, sino debido a su poco acierto en la dirección del Gobierno. Que este pais tenía en si mismo gran riqueza como podía cualquiera convencerse de ello, con solo re correr los grandes Centrales donde se elavora la sin rival azúcar de caña.

Por otra parte, el tabaco que se produce en esta Isla no admite competencia alguna. Sus campos producen excelente café, y sus bosques encierran preciosas maderas. No hallándose tan abatida la riqueza como generalmente se cree, puesto que si así fuese no podrian levantarse esos capitales que en poco tiempo se improvisan. Que la estadística demostraba, que hoy con el trabajo libre, este pais es mas rico que el año sesenta y  ocho, cuando todo se hacia por medio del hombre esclavo.

Que siendo como afirman todos los economistas, que un pais es tanto mas rico cuanto que  su exportacion sea mayor que su importación y sucediendo esto en la actualidad, no era posible que se considerase esta Isla pobre.

Que no creía que la decadencia  á que  ha llegado la riqueza pecuaria, se deba solamente al impuesto de Consumo, pues que sino hicieran la competencia los artículos procedentes del extranjero, que obliga necesariamente á los de este pais á buscar el nivel natural, es decir , á ponerse en condiciones de poder tener en plaza salida,  en frente de los extranjeros, seguramente que el ganado no hubiera bajado tanto,  á pesar de los derechos de consumo, y que si estos desaparecieran, es seguro que la baja continuaría del mismo modo.

Aplaudió que para con el contribuyente se guardasen toda clase de consideraciones, no haciéndole pagar  sino lo que buenamente puede, y que si bien sus palabras no representaban dinero,  él haría todo lo posible, á fin de que los Municipios mejorasen su actual situación, concediéndosele el cobro del impuesto de consumo de ganado y el de cédulas, para lo cual ya estaba autorizado por el Gobierno de S. M. Que en lo adelante los Ayuntamientos con estos nuevos recursos podrian llevar una marcha desahogada, teniendo siempre presente que debian limitar su accion administrativa a ingresos positivos, para que el contenido no resultara mayor que el continente.

Respecto a los presos de la Cárcel dijo, que nuestro carácter bondadoso nos llevaba al extremo de querer para el preso mas comodidades que para el honrado trabajador; que si bien creía que al preso nada debia faltarle, debia no obstante hacer de notar la diferencia que media entre un criminal y un hombre honrado.

Se expresó con respecto al bandolerismo en el sentido de que estaba dispuesto á concluir con él;  para lo cual queria contar con el apoyo de todos los habitantes, especialmente los del campo,  pues se haria sin su poderosa ayuda poco menos que imposible el dar con ellos, dada la manera especial de los campos de esta Isla, cubierta de montañas y malesas, donde es tan fácil la ocultación de los malhechores.

Aludiendo a la lucha política dijo; que cada ciudadano es dueño de sustentar la idea que mayor le plazca, pero que esto no es óbice para que dos hombres que profesan ideas opuestas, que en la suma votan, por candidaturas distintas, sean amigos, se estimen y aprecien, hallándose en el mismo caso las familias. Que al Ayuntamiento como representante del pueblo, toca en primer término hacer porque cesen las divisiones.

Felicitó al Ayuntamiento por su proyecto de Feria Exposición, que con tanto entusiasmo adelante lleva, tanto mas satisfactorio si se tiene en cuenta que siendo Santa Clara una de las poblaciones  mas pobres de la Isla, se habia atrevido á afrontar una empresa que indica progreso, mientras que otras poblaciones  que cuentan con mas recursos no se han atrevido á ser los iniciadores.

Dijo que habiendo en Cienfuegos prometido al Sr. Alcalde Municipal, que cumpliría su palabra, y que además destinaba varios premios, uno de los cuales costeaba él de su bolsillo particular, y los otros de los fondos del Estado, á fin de que hubiera mas aliciente para los expositores.

Con lo cual se dio por terminado el acto que firmó el Excelentísimo Sr. Gob. Gral. Presidente, y los demás Señores y Concejales, por ante mí el Secretario que lo certifico.

Fondo Ayuntamiento de Santa Clara. Actas Capitulares. Tomo 42.
Archivo Histórico Provincial. Santa Clara. Villa Clara. Cuba.
Copia fiel del original.





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