martes, 26 de marzo de 2013

El anexionismo en José Antonio Saco, una polémica.

1797-1879


La polémica en relación a la figura de este hombre, sin dudas ha traspasado con creces al tiempo de su existencia, sigue siendo para los historiadores de constante consulta ; objeto de investigación; obligada inserción en los programas de  Historia de Cuba que se imparten en los centros educacionales; los que no estarían adecuadamente fundamentados si faltara la presencia de este hombre, su pensamiento, así como la influencia que dejó en el proceso de formación de la nacionalidad  cubana.

En la  obra “José Antonio Saco, eternamente polémico”, de la Doctora en Ciencias Sociales e Históricas, de la ciudad de Santiago de Cuba, Olga Portuondo Zúñiga, dedicada a esta figura, expresa que, “Separatista tanto el anexionismo como el independentismo, nunca pudo congeniar José Antonio Saco con ninguna de las dos corrientes, pues ambas iban en contra de su esencial manera de pensar, cuyo principio básico era la integración a la hispanidad en lo cultural y lo político “ [1]. En su existencia, Saco (1797-1879) se opuso siempre a cualquier intento de cambio por la vía violenta, está absolutamente demostrado en este recién publicado  ensayo, premio  Emilio Bacardí Moreau 2004 y otras publicaciones e investigaciones; que han resultado ser abundantes.

¿Es José Antonio Saco un anti – anexionista radical ?

En su trabajo, “ Ideas sobre la incorporación de Cuba  en los Estados Unidos ”, dado a conocer en París el 1ero de noviembre de 1848, se exponen las principales opciones para la Isla de Cuba ante una alternativa anexionista; partiendo de sus peculiaridades internas, su interacción con los Estados Unidos, las relaciones y contradicciones europeas, situación interna de España, e incluso la propia situación interna de los Estados Unidos, para llegar a la conclusión de la imposibilidad de la anexión.

 Ciertamente aboga porque no se produzca la anexión pues llevaría a la pérdida de la nacionalidad cubana,  según su opinión. En este importante documento expresa que “...yo quisiera que, si Cuba se separase, por cualquier evento, del tronco a que pertenece, siempre quedase para los cubanos y no para  una  raza extranjera” [2], y señala, más adelante, lo que ha constituido su “ carta de presentación ” para todos los estudiosos e investigadores: “ .... pero yo desearía que fuera Cuba cubana y no anglo-americana” [3], analizado, hasta aquí de acuerdo a las expresiones literales del documento, se llega a la irremediable conclusión de que José Antonio Saco es un anti- anexionista convencido.

Se adelantó a otros al expresar que, “Bulle en muchas cabezas norteamericanas el pensamiento de apoderarse de todas las regiones septentrionales en América, hasta el Istmo de Panamá” [4]; fenómenos, que José Martí a finales del siglo XIX, se encargaría de analizar y desentrañar; que pone a prueba hasta donde había calado el pensamiento de Saco sobre los Estados Unidos. La historia americana de finales de ese siglo,   demostraría  lo acertado de las aseveraciones que ya entonces tenía.

La anexión, para él, parte de un grupo de condiciones que deben estar dadas; como alternativa, admite, tal posibilidad, ante el mayor peligro por el que puede pasar el orden esclavista  existente; en su pensamiento, la violencia, asociada a la eliminación de la esclavitud en Cuba, está absolutamente desterrada, defenderá este principio hasta los últimos días de su existencia, por ello planteará que, “ El patriotismo, el puro e ilustrado patriotismo debe consistir en Cuba, no en desear imposibles, ni en precipitar al país en una revolución prematura, sino en sufrir con resignación y grandeza de ánimo los ultrajes de la fortuna, procurando siempre enderezar a buena parte los destinos de nuestra patria ” [5]; al iniciarse la contienda independentista el 10 de Octubre de 1868, no figurará como adicto a la causa, aún siendo convocado por  varias figuras que en ella participan.

Su principal contradicción estriba en oponerse a la anexión, tener un pensamiento reformista y admitir la anexión como alternativa : “ Si Cuba contase hoy cuatro o cinco millones de blancos, con cuanto gusto no la vería yo pasar a los brazos de nuestros vecinos ” [6]; la salida  de la esclavitud,  asociada a una fuerte inmigración blanca,  capaz de contrarrestar la población negra es el nudo principal de su dilema, en ello  siempre puso todas sus esperanzas e  intelecto, para convencer a la aristocracia criolla plantacioncita.

Existe,  al estar atrapado, por ausencias de reformas  en la Isla, a las cuales España no cede, la  contradicción  nacionalidad-anexión, la cual resuelve (como alternativa) a favor de la segunda: “.... debo decir francamente, que a pesar de que reconozco las ventajas que Cuba alcanzaría, formando parte de aquellos Estados, me quedaría en el fondo del corazón un sentimiento secreto por la pérdida de la nacionalidad cubana” [7]. Es precisamente la salida pacífica- no independentista - del problema, aunque se pierda lo que más ha defendido, la nacionalidad cubana.

 Como acertadamente expresó la anexión, significaría la absorbición, lo demuestra, pero se resigna: “Mas, a pesar de todo, si por algún  acontecimiento extraordinario, la anexión de que he hablado, pudiera efectuarse hoy, yo ahogaría  mis sentimientos dentro  del pecho, y votaría por la  anexión”[8].

Las tendencias de anexión durante el siglo XIX cubano, no son, ni pueden ser coincidentes, en tanto las épocas en que se manifiestan, así lo demuestran; en el orden interno y por las relaciones internacionales que se establecen. El anexionismo manifiesto en la década del noventa de este siglo adquirirá otra connotación, que lo diferencia del anterior. Sobre el particular, refiriéndose a Narciso López, Fernando Portuondo expresaba que “haber sido anexionista a mediados del siglo XIX no es un cargo, sino una forma de patriotismo, si no era por un móvil impuro”;...   [9]. El reformismo, como corriente asociada  a producir un cambio en el marco de la relación colonia – metrópoli, no dejó de existir; a pesar de los persistentes fracasos en los que se vio envuelto; José Antonio Saco formará parte de ese torrente; al no admitir los cambios, por la vía violenta-revolucionaria-;  justificará que el problema cubano se resuelva, aunque la anexión llegara, en última instancia.

Al producirse un debate sobre la figura de este hombre entre estudiantes de la Carrera de Psicología de la SEDE  Universitaria de Santa Clara, admitían en sus reflexiones, la certeza del pensamiento anti-anexionista de Saco, pero con sus matices anexionistas, al no resolverse el problema fundamental que para los hombres de aquella época se presentó; el cambio, salida o solución del problema de la Isla de Cuba, en relación a la dependencia española.

Al  plantear la Doctora Olga Portuondo que en lo “esencial”, José Antonio Saco era anexionista, coincide con las ideas expresadas, no era precisamente un hombre radical en estas posiciones.



Referencias


[1] José Antonio Saco, eternamente polémico. Olga Potuondo Zúñiga Pag.  177. Edit. Oriente 2005
[2] Ideas sobre la Incorporación de Cuba  en los Estados Unidos. Documentos para la Historia de Cuba. Hortensia Pichardo. Tomo I. Pág.334. Edit. De Ciencias Sociales. La Habana, 1973.
[3] Idem. Pág. 334.
[4] Idem. Pág. 339
[5] Idem. Pág. 339
[6] Idem. Pág. 334-335.
[7] Idem. Pág. 334.
[8] Idem. Pág. 335
[9] Estudios de Historia de Cuba. Fernando Portuondo. Pág. 83. Edit. Ciencias Sociales. La Habana 1973.

No hay comentarios:

Publicar un comentario