miércoles, 17 de abril de 2019

El maniqueo político de la ultraderecha norteamericana.


La dinámica política de los Estados Unidos ha puesto en su centro la aplicación de sanciones a países, siempre donde se hallan visto afectados sus interés globales o simplemente no se alineen a su política, los ejemplos sobran, por solo mencionar algunos, Rusia, China, Corea del Norte, Irán,  Siria etc. etc.

Para el caso cubano, sus orígenes están desde el mismo primero de enero del año 1959, cuando triunfa la Revolución Cubana, y sin titularse Bulton, se entronizó un cerco  de demandas y medidas que tenían por objetivo asfixiar la economía del país, creyendo en un inevitable cambio o derrumbe como consecuencia de las presiones y ahogo para la economía de la entonces naciente revolución. Desde entonces en un largo y tedioso ahogo ha tenido que sobrevivir el país como consecuencia de la política de mano dura, chantaje, extorsiones, presiones y hasta agresiones de las diferentes administraciones norteamericanas por más de medio siglo.

La extra territorialidad de las leyes de aquel país han constituido a la vez un negocio limpio en el juego cubano, las exorbitantes multas a bancos en cualquier lugar del orbe que tengan relaciones con Cuba han sobrepasado en muchos de los casos  los tres ceros, sacando una amplia tajada del  oneroso sistema impuesto. Lo extraordinario, singular, hasta espantoso, es la docilidad con que gobiernos o altisonantes “democracias” no han recurrido a tachar los métodos y pérdidas asumidas con contramedidas para la defensa de su soberanía, dada la extra territorialidad y el desafuero con que se aplica la ley imperial para el orbe.

En las nuevas circunstancias Make Pompeo ha ido más lejos: 

“El comportamiento de Cuba en el hemisferio occidental socava la seguridad y la estabilidad en toda la región, y amenaza directamente los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos”, dijo Pompeo. “El régimen cubano ha exportado durante años sus tácticas de intimidación, represión y violencia. Han exportado esto a Venezuela en apoyo directo del antiguo régimen de Maduro”.

Es un “plausible” argumento para aplicar el Capítulo III y IV-no aplicados hasta el momento- de la concesión hecha por Bill Clinton al Congreso al ser presentada la ley por el taimado Bulton. Más en las condiciones actuales de la feroz ultraderecha Trumpista a expensas de las propuestas anticubanas y su lobby, han llegado a la “posible” conclusión de que los días de Cuba están contados, inspirados en las “victorias” de la burguesía latinoamericana a través de los golpes “suaves” o de “guante blanco”, que han dado un cariz de retorno de los elementos más oscuros de la ultraderecha de varios países al gobierno. 

Enchufados en los resultados se estima que la hora de Cuba, Nicaragua y Venezuela ha llegado, de ahí que sin regodeos ni medias tintas se proclame como inspiración la Doctrina Monroe, que puede tener antecedentes anteriores en Franklin o Jefferson, para el caso de Cuba.

Si bien el bloqueo ha sido constantemente denunciado en la ONU, ni un ápice ha cambiado; en las nuevas circunstancia qué posición asumirá la Unión Europea.  Por la envergadura de y consecuencias de las pretensiones del gobierno norteamericano el tema bien requiere ponerlo en manos de la Asamblea General  y del  Consejo de Seguridad, aunque intencionadamente la política norteamericana ha sido cautelosa en el alcance de los propósitos, en particular con los países de la Unión Europea.

Otros fines asociados están presentes, es el primer paso de una estrategia calculada donde se pretende además sacar del contexto latinoamericano a China y Rusia, evitar todo tipo de relaciones, marcadamente la influencia económica de China, competidor al  que hay que dejar fuera, pues países como Brasil tiene hoy mayores relaciones comerciales con el gigante asiático que con los Estados Unidos, recuperar entonces los mercados es una prioridad.

El 2 de mayo entrarán en vigor según Pompeo los Capítulos “adormecidos” de la  ley Hell-Bulton, cuál será el escenario de respuesta se sabrá dentro de poco.