viernes, 7 de junio de 2013

VERSIÓN USA DEL “TERRORISMO” CUBANO

Nuevamente conocemos de la inspiración norteamericana en su lucha  contra el “terrorismo” que desde la mayor de Las Antillas se práctica al ser ratificada por el “glorificante” gobierno de los Estados Unidos que continúa en la lista negra de países donde el terrorismo es una práctica cotidiana; rápidamente la CELAC ha dado una respuesta a las pretensiones  que desde esa nación se tejen contra la soberanía cubana, causa fundamental de los desajustados, tendenciosos y bochornosos actos que sistemáticamente se práctica desde el  Departamento de Estado; con anterioridad, los países que integran el bloque del ALBA habían manifestado su oposición a las ridículas declaraciones.

La versión norteamericana sobre el “terrorismo” cubano, no son para nada nuevas, tienen su origen desde aquellos primeros días de enero de 1959, cuando un pueblo plantó ideas y principios ante el hegemonismo yanqui, a saber Primera Ley de Reforma Agraria,  eliminación de la gran  propiedad extranjera o revolucionar la enseñanza, haciéndola un patrimonio de la nación, por solo citar algunos ejemplos de la lista, que para nada tiene un color negro.

 Para ese entonces el “terrorismo” cubano se hizo inaceptable, solo que desde otra modalidad, llamada exportación de revolución; mientras desde el seno de la Organización de Estados Americanos, se sometía a todo tipo de chantaje al naciente proceso, calificándolo con los más pueriles subterfugios como vandálico o propagador de la muerte, semejando aquel no menos desprestigiado artículo en The Ivinig Post, que Martí fustigara en su trabajo “Vindicación de Cuba”;  la historia parece como copiada a pesar del tiempo transcurrido en más de un siglo; más segundas partes nunca han sido iguales a las primeras; tras acusarse  constantemente a Cuba de practicar el comunismo, se optó tras la propaganda por hacerlo feroz, malsano, cruel e inhumano a pesar de haberse expuesto por la Primera y Segunda Declaración de La Habana qué éramos, qué hacíamos y hacia dónde se iría; lo cierto es que ni antes aceptó los Estados Unidos un pueblo soberano a 90 millas de sus costas, ni lo sigue aceptando hoy; de ahí los cambios de modalidad en las formas de manifestarse en relación a Cuba, ahora el terrorismo puesto de moda desde el 11 de septiembre del 2001, sirve de rasero para sin distinción  meter a todo el mundo en el mismo saco; gracias a la obra de Bush(hijo) un nuevo diseño de justificación de la expansión se puso de manifiesto.

Desde Cuba también puede hacerse una lista-muy negra-de la historia de los Estados Unidos, de los hechos que han constituido terrorismo manifiesto, público y sancionado desde las principales esferas de poder; pudiera esta bien dividirse en varias etapas, pero como esto no constituye una tesis, es necesario solo acotar algunos acontecimientos que han tenido lugar en la época más reciente de la historia de la humanidad; pesa sobre los hombros de la Estatua de la Libertad el primer genocidio atómico que ha tenido lugar; o haber experimentado en un país de forma sistemática el ataque químico a través de defoleantes o con el agente naranja; ya parece cuentos de historia mal contados o tergiversados  de los cuales las actuales generaciones de norteamericanos no parecen recordar porque los medios no dan posibilidades para que los actos de terrorismo de estado cometidos no sean expuestos de forma pública, ni estén en los programas de estudios de niños o jóvenes.

Guantánamo constituye una burla al movimiento por la paz, a las fuerzas progresistas que hoy se diseminan por todas partes; está enclavada en el país que acusan de “terrorismo”,  paradójicamente constituye una práctica sistemática contra presos que ni han sido encauzados, ni tendrán opciones de lograrlo.

Si los drones que hoy inundan el Medio Oriente, tendrían la marca Made in Cuba; estaríamos los cubanos sometidos a una cuarentena permanente en el mejor de los casos; pero la realidad es otra, esa obra, la de ver cada día víctimas inocentes, sean afganos o paquistaníes es marca Made in USA; de qué lado está entonces el terrorismo en este particular asunto, no hay peor ciego que el que no quiere ver.

Cuba tiene además como patrimonio y tesoro de la nación las pruebas de esas prácticas; no es la ignorancia o incredulidad de la  justicia norteamericana lo que está en tela juicio; de lo que se trata es de esclarecer que el terrorismo es practicado desde las altas esferas de poder, maniatando a todo el sistema judicial; el caso de Los Cinco antiterroristas cubanos, es tan solo la última versión de  una larga historia.

Cada año que transcurre el bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba es condenado por la Asamblea General, con las oposiciones de Estados Unidos e Israel, el apoyo de las Islas Palaus a esa nación en su política es tan solo un efumismo; cada año se anexan los daños que progresivamente aumentan; si es realmente democrático el sistema internacional  de relaciones que la ONU pretende implantar, por qué no se acoge la decisión casi unánime de la comunidad mundial; ¿acaso su permanencia no es también una forma de terrorismo de estado?.



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