viernes, 21 de junio de 2013

ESTADOS UNIDOS: EL NEGRO COLOR

Hacer listas negras está de moda en los Estados Unidos, hace tan solo unas semanas, contra el terrorismo, ahora ve la luz  la del Departamento de Estado sobre tráfico de personas,  no aparecen en la lista los países desarrollados de occidente; sí todos  aquellos que de una forma u otra rivalicen con los Estados Unidos, o se encuentren al sur,  algunas inclusiones meritan reflexiones, en tanto las exclusiones un análisis, sobre todo para el que la patrocina.

John Kerry, al presentar el informe expresó que "Este informe es duro porque éste es un asunto difícil, y cuando el mundo lo lea con detenimiento, esperamos que inicie un diálogo más productivo", dijo Kerry.[1] De ser cierta la afirmación  habría que llegar a la conclusión de que es  inevitable un diálogo hacia dentro  en el gobierno de ese país al ser el causante directo de los actuales flujos humanos que tienen lugar actualmente en Siria; la crisis en ese país no obedece a causas internas como se ha tratado de demostrar por los grandes medios, es ante todo un proyecto de occidente cuyo contenido tiene bien fijado sus alcances, la guerra que desde el exterior se ha exportado hacia esa nación  es la causas fundamental del desplazamiento, es ante todo  la continuidad de la política  norteamericana de desacreditar al gobierno de Assad, ante la imposibilidad de poder demostrar por otros medios la ilegitimidad de ese gobierno; Estados Unidos no alcanza a encontrar las pruebas sobre la utilización de armas químicas por el Ejército sirio; se desvanece el intento propagandístico, lo que conduce a buscar nuevas “justificaciones” de continuidad en una guerra no declarada, cuyo sostén fundamental lo brinda esa “democrática” nación.

La "lista negra", la más baja de las cuatro categorías que contempla el informe, incluye a Rusia, China, Uzbekistán, Cuba, Siria, Irán, Corea del Norte, Sudán, Libia, Yemen, Arabia Saudí, Argelia, la República Centroafricana, la República Democrática del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Kuwait, Papúa Nueva Guinea, Zimbabue, Mauritania y Guinea Bissau, [2] figuran:
  • Dos grandes potencias: China y Rusia.
  • Cuatro  enemigos “mortales” para los Estados Unidos: Cuba, Corea del Norte, Siria e Irán
  • Varios Países africanos y asiáticos
  • Un gran aliado: Arabia Saudita.
El gobierno cubano ha declarado que los “Estados Unidos no tiene moral alguna para singularizar a Cuba cuando el propio gobierno norteamericano se ha visto obligado a admitir que es un país de origen, tránsito y destino de hombres mujeres y niños, estadounidenses y extranjeros, sujetos a trabajo forzado, esclavitud, servidumbre y tráfico sexual”. [3] Para el caso cubano, la  inclusión ni tiene visos de novedad, ni crea expectaciones dada la larga data de enfrentamiento que existe; la inclusión del resto de países del segundo grupo tampoco crea una sorpresa en los medios diplomáticos; es la continuidad de  la política agresiva  hacia este conjunto de países. 

La inclusión de Rusia y China, se enmarca dentro de los intereses geo estratégicos globales;  las dos naciones han reaccionado ante el informe del Departamento de Estado, aunque el informe hecho público aún no tiene el visto bueno de Obama, es de esperar que mantenga lo publicado, adicionando nuevas tensiones en las relaciones bilaterales.

Otros países se encuentran  incluidos, centroamericanos y del área del caribe, cuyos destinos y flujos forzosos tienen por objetivo final los Estados Unidos; para nada el informe Kerry aborda las causas económicas de los actuales problemas, ni brinda las soluciones a un problema que tiene  sus raíces históricas en el colonialismo y neo colonialismo, del que son responsables las actuales potencias occidentales.



[1] Tomado de Informativo CanalSur.
[2] Ídem
[3] La Habana, 19 de junio de 2013. Tomado de Cubadebate.


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