Según Alfredo Jalife-Rahme los EU va a acabar
haciendo la guerra a todo el mundo mientras funja la amazona cubana exiliada,
Ileana Ros-Lehtinen, como jefa del Comité
de Asuntos Exteriores de la
Cámara de Representantes; la gran prensa omite a esta figura
en sus comentarios, no la vinculan con los principales ajetreos de la política
norteamericana en el escenario internacional; la llamada por los cubano como
“Loba Feroz”, se mueve entre bastidores, conoce a la perfección los hilos secretos
de los grandes intereses en juego; en apariencias apacible, hacia la
profundidad turbulenta. Cada
iniciativa que ha tenido lugar para un
acercamiento o mejoramiento de las relaciones Cuba-Estados Unidos han sido
bloqueadas por la ultra reaccionaria congresistas, que sigue al pie de la letra
las demandas del lobby cubano.
Desde su posición-clave-introduce,
sugiere y provoca cambios en la política norteamericana hacia los países de
América Latina; su postura anti CELAC, contra el ALBA, Bolivia, Venezuela,
Ecuador o Nicaragua son tan solo algunos ejemplos de la larga data que esta
“señora” ha acumulado a lo largo de su carrera. Para Rahme Ileana Ros-Lehtinen es esencial desde su
posicionamiento e influencia; no obstante hay que verlo como obra del sistema; sus intereses individuales
se conjugan a la perfección con el sionismo, racismo, la ultra derecha
republicana o los círculos más guerreritas del
Pentágono; viene a ser entonces la “Loba Feroz” una figura que responde
a esos intereses ocultos del gran poder invisible que mueve la política en la
Casa Blanca y el Congreso; es por tanto la
figura perfecta para el puesto que ocupa, su elección ni fue casual ni por el
voto “democrático”.
En el proceso que ha tenido lugar en los Estados Unidos contra “Los
Cinco”, es indudable que su mano ha estado tras el amañado proceso, ha movido
los hilos de sus relaciones en la comunidad cubana de exiliados e influenciado
en las decisiones que han tenido lugar
en el largo proceso.
La intransigente posición de la Fundación Cubano
Americana en el ámbito político en todos
los temas relacionados con Cuba ha estado marcada por la congresista
anti-cubana; sus declaraciones públicas acerca de la destrucción por uno u otro
medio de la Revolución Cubana son bien conocidos;
es junto a Diaz-Balart, los máximos representantes de la reacción y del
terrorismo que desde esa comunidad se ejecuta contra Cuba.
Si las posiciones de los Estados Unidos en relación al bloqueo no han
cambiado a través de los años se debe en gran medida a los principales
cabecillas del exilio cubano, pues destinan sumas importante para mantenerlo y
arreciarlo; esa tendencia se conserva y mantendrá; no vislumbrándose algún tipo
de cambio en ese sentido en un futuro inmediato.
Para Jesús Arboleya Cervera, galardonado en la última edición del Premio Casas de Las Américas, 2013 por su
ensayo, Cuba y los cubanoamericanos: Un
análisis de la emigración cubana, “el Presidente estadounidense está siendo
empujado por la realidad latinoamericana de que, o cambia la política hacia
nuestro país o no tiene política con América Latina” [1]
; en otro trabajo hemos hecho referencia
a la disyuntiva que se le plantea a esa nación ante el proceso integracionista
que tiene lugar al sur del río Bravo, sobre todo de cara la próxima cumbre de
Las Américas en 2015 [2]; aún
cuando se conoce que los cambios producidos en la emigración cubana vienen
determinados por su composición, los hilos conductores de los intereses
políticos que se mueven alrededor de las altas esferas del gobierno en los
Estados Unidos siguen siendo controlados
por los elementos más reaccionarios de esa comunidad, siendo su cabeza más visible la de Ileana Ros Lehtinen.
En términos políticos, los Estados Unidos no pueden evitar que la cumbre
se produzca con la participación cubana; tampoco puede renunciar al abandono
del cónclave, se mueve por tanto la administración en la
Casa Blanca a un choque o confrontación con
las viejas reticencias de los elementos más reaccionarios del exilio cubano, o
dejan pasar una oportunidad que a todas luces parece ser definitoria en la
política de ese país con relación a Cuba; llevando a la adopción de una
política más realista a pesar de los desafueros de la Fundación
Cubano-Americana; aún es temprano para vaticinar las
modalidades de confrontación, pero será inevitable su ejecutoría en el Congreso
norteamericano, pues el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representante es
conducido por una rabiosa anti-castrista.
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