jueves, 18 de febrero de 2016

PREGUNTAS CON RESPUESTA

Varias son las interrogantes que algunos amigos han manifestado sobre las actuales realidades de Cuba a raiz de la implantación del nuevo modelo económico, sus posibilidades reales de aplicación en el entorno de relaciones con los Estados Unidos, y lo que aparece en la prensa-calumniosa-sobre la posibilidad real del surgimiento de una clase media acomodada, que con el decursaar del tiempo pueda transitar hacia la gran propiedad, lo que daría entonces por fallido el sistema socialista en Cuba, al estilo de la Unión Soviética y los países de la Europa Oriental.

Algunos, conocedores de la historia de Cuba, han ido un poco más alla al tratar el asunto en un contexo histórico anterio al año 1959, enjuiciando el papel de la burguesía cubana comprometida con los intereses norteameericano, opuesta a todo intento de cambio en el panorama cubano Las preocupaciones parecen estar relacionadas con los intereses de cubanos en esa nación y que fueran expropiados durante aquellos primeros años de revolución, que ahora ante la nueva situación podrían de alguna manera restituir sus propiedades y comenzar una nueva era de maridaje y compromisos como antaño.

De otra se exponen los reclamo o la necesidad de ser indemnizados por tales pérdidas.  Otros, los más avezados, ven una oportunidad de inversión que podrían dar ganancias dadas las facilidades que han sido otrorgadas a través de la Ley de Inversión Extranjera que el gobierno cubano impulsa como forma de atraer  financiamiento tras largos años de penuria y crísis para poder salir del estancamiento a que se ha visto sometida la Isla desde el año 1990.

De alguna manera debo fijar algunas posiciones, que ante todo son como el ABC. 

Cualquier modelo que se aplique tiene que partir de la propia iniciativa cubana, de la propia capacidad del cubano para responder a los incentivos, es decir partir del rendimiento, que no es otra cosa que la productividad, como única forma de poder acumular las rquiezas necesarias que den el necesario impulso económico, que con posterioridad pueda hacer sustentable el desarollo socio económico a largo plazo, por tanto no es, ni puede ser una fórmula que parta de las "mágicas" bondades del FMI o BM, por lo que está fuera de todo cálculo, un retorno al pasado si de un desarrollo real de la economía y de la sociedad se trata.

Más de cincuenta años de trasiegos, penurias, y algún que otro momento de respiro han creado, entiéndase o no fuera de Cuba, una cultura de resistencia, que no es originaria de este proceso, sino que tiene raíces históricas, que parten y forman una ligazón indisoluble con el proceso de formación nacional, consolidado con creces después del año 1959, cuyo valores más tangibles se expresan a través de la unidad, solidaridad y el sacrificio cotidiano del cubano por la supervivencia.

En el orden teórico nos exponemos a transitar realidades diferentes a otras naciones(peculiaridades), que solo tienen que ser resuelta por el ingenio de los cubanos, sin fórmulas allende a los mares que nos rodean; en una sociedad de tránsito nos exponemos a  las intermibables incrucijadas, no siempre agradables para hallar el camino correcto, propio, a la vez que entroncado al sistema universal, entiendo por ello el de la creación, el de la individualidad, Y la diferencia.

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