lunes, 16 de febrero de 2015

Documentos en la Historia.

Uno de los males insertado en las guerras por la independencia en Cuba durante el siglo XIX fue la indisciplina, y el caudillismo; el no reconocimiento de los mandos en múltiples ocasiones comprometieron batallas, victorias, derrotas y hasta la propia línea estratégica liberadora. Lo que a continuación exponemos es solo un acontecimiento de los tantos que tuvieron lugar, enmarcado en la región central de la Isla de Cuba,  tan solo unos meses de iniciada la  segunda gran contienda en 1895.
Encontrándose el Teniente Coronel Nicacio Mirabal en el campamento “Cangrejo”, recibe noticias “suministradas por el Sub prefecto Hilario Chaviano de que una columna enemiga que había salido de Santo Espíritus se dirigía al Potrerillo á sorprender  los heridos que se dice hay en dicho punto, había enviado al c. Comandante Manuel Nápoles con veinticinco hombres á impedirlo”; al estar  operando el tercer y cuarto  escuadrón del regimiento en la zona de Vueltas, se dispuso  que el  Comandante Jesús Pérez apoyara la operación con el primer escuadrón bajo su mando, orden que le fue trasmitida por escrito al referido jefe.
La respuesta del comandante Pérez a  la orden dada fue expresar “me encuentro completamente escaso de parque; en último saco, dispuesto como estoy á servir a mi patria, me pondré a sus órdenes con mi escuadrón, no sin antes decirle que al hacer un examen detenido de cuanto de su comunicación se desprende más bien parece un hecho premeditado en venganza que otra cosa”.
En otra parte de la comunicación enviada al mando superior Mirabal  expresaba la falta de dignidad del Comandante Pérez al expresarse indebidamente de su superioridad, calificándolos de “no tener valor suficiente” y de no dar conocimiento de sus actos, “entendiéndose directamente con el Mayor general Serafín Sánchez”; en la comunicación de 14 de abril de 1896 dirigida al Cuartel General del Departamento Occidental criticaba los actos de insubordinación que afectaban el desempeño de la campaña liberadora.
Esas mismas indisciplinas en los mandos llevarían en octubre del mismo año a  perder gran parte del armamento que a la costa sur de esa misma región (río San Juan) condujo el vapor “Intrépido” procedente de los Estados Unidos, donde la falta de coordinación de los mandos, el caudillismo y la insubordinación fueron los ejes centrales que condujeron al General Máximo Gómez a intervenir directamente, conjuntamente con José Braulio Alemán y Enrique Loinaz del Castillo.
Documento consultado.
Comunicación enviada al Cuartel General del Departamento Occidental del Eército Libertador por el Coronel Nicacio Mirabal. Fondo Ejército Libertador Cubano. Archivo Histórico Provincial. Villa Clara. Cuba. Legajo 2. Expediente 97


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