La calle Buen Viaje entre San Isidro y la Cruz de Santa Clara se ha convertido en un hervidero de carretoneros que desde las 4:00 a. m. ya andan de corridas rumbo al mercado de Buen Viaje con productos del agro. Una piquera da lugar a una larga fila de taxis-carretones con destino a la salida por la llamada carretera de Camajuaní. Tropeles, música disonante instalada, orine y estiercol le ponen un particular acento a la jungla con las llamadas(gritos) de atención al transeunte o al nececitado. Tal vez sea la ciudad de Santa Clara la de mayor circulación de todo el país de este tipo de medio, "invención" del período especial por la falta de transporte, en una ciudad donde cada 10 minutos un omnibus partía hacia la Universidad Central "Martha Abreu".
La necesidad hizo al hecho, más la causa de la necesidad cumplirá una nueva condena, ya aplastante, pero no decisiva como para exterminarla pues en este mundo no se mira adecuadamente de qué lado está la mayoría, sino en qué parte esta el poder; esto le viene como anillo al dedo al Consejo de Seguridad de la ONU y a su Asamblea General que tiene la responsbilidad de haber eliminado desde hace mucho tiempo el bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba. Los grotescos carretones son tan solo una manifestación de las tantas calamidades por la que el cubano todos los días atraviesa desde que se levanta porque la verdad es que pasa trabajo hasta para trabajar.
Un amigo muy aficionado a los troples de caballos me incrimina haciendo alusión al problema que han resuelto, más no menciona los que engendra, el retraso que marca en un período que ya supera los veinte años; no se hace una sociedad mejor a lomo de caballo, le dije un día, sino al lomo de las tecnologías, ahí estriva todo el asunto; ese es el gran reto que tiene Cuba.
Una nueva votación habrá, favorable a Cuba, pero tendremos que soportar, quizás otros tatos años más el "vendecido" carretón en la calle Buen Viaje de Santa Clara.
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