miércoles, 9 de diciembre de 2015

6D, y el socialismo del siglo XXI.

No será esta la ocasión para entrar en el debate filosófico ni  académico, sí en las lecciones de política práctica y objetiva que los hombres en el decursar del tiempo ignoran tras dejarse arrastrar por las falsas lecciones de democracia al estilo burgués que después de pasado el tiempo solo brinda la opción de preservación del sistema sin dar posibilidad para las cambios políticos. En América  Latina existe una larga data de lecciones no aprendidas por las izquierdas que han posibilitado mantener la dependencia como patrón ante el hegemonismo norteamericano, dejando a la vista la siempre presente falta de visión política, que comienza con la absurda creencia de que la toma del poder político representa un cambio de sistema, esa misma falacia fue la que llevó a presentar la tesis del “Socialismo del siglo XXI” para algunos países de la región, que tras pasado algunos años ahora viene a “despertar” ante los hechos consumados de una ofensiva de la derecha en varios países.

Poco o casi nada se ha aprendido de las lecciones del golpe militar contra Salvador Allende en 1973, o el aún reciente contra Manuel Zelaya en Honduras, aunque alejados en el tiempo, tienen de común el  haberse consumado en los marcos de una democracia, que ahora Nocolás Maduro se empeña en decir que triunfó el 6D, cuando en realidad se le ha asestado un golpe a ella como en las anteriores ocasiones, pues los cambios que hasta entonces fueron establecidos, han sido derrumbados en todas partes como  regularidad, esa lección no es solo para  América  Latina. Por ese camino ahora Atilio Borón llega a la conclusión de que “….mucha gente comience a pensar que tal vez otras vías de acceso al-mantenimiento del-poder puedan ser más efectivas y confiables que las elecciones”, así lo acaba de señalar en su artículo “Sobre el resultado de las elecciones en Venezuela”, bajo el título de “La Trampa”, en su blog personal. La incredulidad política es algo elocuente cuando el parlamentarismo burgués en definitiva es  intrínseco a la defensa del sistema capitalista.

Si algo en el orden práctico puede enseñar Cuba a los países de América y el mundo es que el multipartidismo, no es la receta mágica de la llamada democracia burguesa, todo lo contrario, es la más perfecta enredadera para darle continuidad. Cualquier interpretación que se quiera abordar sobre la construcción del socialismo está implícito de forma inobjetable la transformación económica, sin ella estaremos siempre en presencia de la relatividad, adopte el nombre que adopte el “cambio”;  de qué manera explicar entonces cómo ha sido posible la supervivencia del proceso revolucionario cubano.

Tras el 6D viene el reacomodo de la izquierda a ritmo acelerado, poniendo parches para dejar en medio pie los principales beneficios sociales, que dudosamente podrán ser sostenido dada la tremenda derrota sufrida; que no solo empina a la derecha continental; allana el camino para desarticular el ALBA y la CELAC. Pone en tensión y prueba al gobierno de Dilma en Brasil, tras un nuevo aire de la oposición, que se empreña en ponerla ante los tribunales.

Según el padrón electoral, 19 496 365 ciudadanos debían acudir a las urnas, asistiendo:

MUD             6 685 754
GPP             4 787 516
Total           11 473 270

Quién gana las elecciones en Venezuela?, ni uno ni otro, el nivel de abstención alcanza la cifra de 8 023 095, es el gran ganador. 


Cuál es el nuevo escenario?

Según el artículo 187, Título V, Capítulo I Del Poder Legislativo Nacional, Sección primera de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la Asamblea Nacional, con las tres quintas partes de los diputados, puede dar voto de censura al vicepresidente de la República, cuestión que implicaría la destitución del mismo.

Artículo 236, numeral 21 de la constitución "Cuando la nueva ASAMBLÉA atente contra los intereses de la república y los VENEZOLANOS son atribuciones del presidente de la república.

Art.236, Numeral 21 "Disolver la Asamblea Nacional en el supuesto establecido en esta constitución
Al conseguir los dos tercios de la AN, la coalición opositora podrá aprobar leyes orgánicas, proponer reformas y enmiendas constitucionales, reemplazar a miembros del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), el propio CNE y demás poderes públicos, pero únicamente con la aprobación de otros órganos legales.

La Asamblea no puede remover a otros poderes –incluso con el aval de la mayoría calificada– si no existe un pronunciamiento previo del TSJ, el Poder Ciudadano o la instancia establecida para cada caso.

En el nuevo escenario la derecha apoyada  en sus alianzas internacionales apostará por la eliminación del gobierno bolivariano.


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