Introducción
En múltiples investigaciones y estudios realizados se exponen las causas que
condujeron al reinicio de la contienda
independentista cubana en 1895, pero hasta ahora no se ha abordado cómo las propias
instituciones coloniales estaban caladas de su conocimiento; encontrándose
éstas maniatadas en la búsqueda de
soluciones que pudieran revertir la precaria situación por la cual atravesaban
los diferentes territorios de la isla.
Una exposición detallada, osada
y profunda tuvo lugar en la
sesión del Ayuntamiento de Santa Clara el 27 de mayo de 1899 por parte del cuerpo
capitular ante la presencia del
Gobernador y Capitán General de la
Isla, General D. Manuel Salamanca y Negrete, expresión de las
contradicciones entre los gobiernos locales y el gobierno central de La Habana; viniendo
exponer las fisuras del sistema.
Presentamos en toda su extensión lo expresado aquella
noche en la cede del Ayuntamiento de Santa Clara, recogida en el acta de la
sesión extraordinaria celebrada.
SESION DEL AYUNTAMIENTO DE SANTA CLARA DEL 27 DE MAYO
DE 1889.
En la ciudad de Santa clara á los veinte y siete días
del mes de Mayo de mil ochocientos ochenta y nueve a las ocho de la noche, se reunieron
en la Sala
Capitular, los Señores Concejales que al margen se expresan,
con el objetivo de celebrar sesión extraordinaria, bajo la Presidencia del
Excelentísimo Sr. Gobernador General D. Manuel Salamanca y Negrete,
verificándose el acto en la forma siguiente:
Declaró abierta la sesión el Excelentísimo Sr.
Presidente concediendo la palabra al Sr.
Concejal que quisiera hacer uso de ella. Seguidamente la pidió el Sr.
Alcalde Municipal, y concedida, habló en los siguientes términos.
Dijo, que hecha la paz, con el entusiasmo del
momento, creyese que el pais en breve se levantaría de la postración en que le
ha dejado la guerra; que debido al nuevo régimen municipal, se crearon
municipios nuevos, pero sin tener suficientes recursos para llevar una vida
desahogada y atender debidamente á las
grandes cargas que exije la administración Municipal; que estas segregaciones
habian como era consiguiente, hubo mas difícil la situación económica de las
antiguas cabeceras, que solo debían pagar las deudas que todos habian
contraido.
Expreso de una manera clara y precisa la dificultad
que en la práctica hace casi imposible el cobro de los repartimientos, no
pudiendo por consecuencia atender debidamente y velar los intereses de sus
representados; porque así y todo, este Municipio, que se había hecho cargo de
una deuda enorme, había procurado por todos los medios posibles saldarla,
para lo cual había emitido Bonos por un valor de seteciento y cinco mil pesos,
de los que por medio de sorteo tiene recojido ya mas de diez mil pesos. Que si
bien este Ayuntamiento llevaba una marcha difícil, esta se hacia mas imposible,
desde el momento que el Gobierno trató de establecer el impopular impuesto de
consumo, sobre los artículos de comer, beber y arder; circunstancia por la cual
el presupuesto municipal no pudo ser oportunamente hecho y aprobado; haciendo
al mismo tiempo consideraciones encaminadas á demostrar las dificultades que en
la práctica trae su implantación; tanto por que siendo las ciudades de esta
Isla, completamente abiertas, lo cual hace imposible impedir el contrabando,
cuanto por que el pueblo considera vejatoria una tributacion á la cual no está
acostumbrados.
Expuso que en su sentido, el derecho de consumo de
ganado, es la causa que las reses hubieran bajado de precio hasta una tercera
parte de su valor, trayendo este descenso la mina de una industria antes
próspera, y de la cual labraban su subsistencia centenares de familias.
Tratando de la Instrucción Pública,
lamentó el atraso en que se encuentran las pagas de los Maestros, haciéndoles
llevar una existencia de privaciones, que como única recompensa les aguardaba
en su vejez la miseria. Manifestó asimismo, que construido el Cementerio de
esta ciudad en sus siete octavas partes con fondos del pueblo, á este de
derecho le pertenecía su administración,
y así lo había reconocido la Superioridad, quien
en distintas ocasiones había ordenado a la Iglesia se entregara al Ayuntamiento, pero que
aquella siempre habia buscado medios eludir
las terminantes disposiciones de la Superioridad; sin embargo este Ayuntamiento
insistía en que sus derechos no fueran burlados, á cuyo fin había elevado en el
mes de Abril último, respetuosa súplica á su Autoridad.
Hizo presente las ventajas que tanto en lo material
como en lo moral, traería á los presos de la Cárcel de esta ciudad, una Escuela y una Capilla,
pidiendo de este modo los asilados ejercitan sus fuerzas físicas á la par que
desarrollar sus sentimientos religiosos haciendose utiles ciudadanos á su salida del citado Establecimiento. Que
las conciones higiénicas de este no dejaban que desear, y que sí como Autoridad
no pedia se mejorasen, como Médico no podia menos que pedir se observasen con
aquellos desgraciados los mas rigurosos preceptos de la higiene.
Refiriéndose a los Hospitales, manifestó que los
sentimientos caritativos de nuestros antepasados habían creado dos
establecimientos que llevaban los nombres de San Juan de Dios y San Lázaro, dotándolos aquellos
esclarecidos patricios de pingues rentas. Que los acogidos en dichos establecimientos contaban con todo lo mas
indispensable á la vida, á cuyo fin este
Ayuntamiento abonando puntualmente el déficit que le corresponde, contribuye á
ello, pero que creía que la administración de los expresados Asilos debia volver
a este Ayuntamiento, por medio de una Junta de Patronato.
Expreso brillantemente, que mientras mas próspera y
rica fuera esta colonia, tanto mas fuertes
serian los lazos que la unan á su Metrópoli, á cuyo fin podia contribuir
con sus acertadas leyes el Gobierno de la Nacion del cual era digno representante en esta
Antilla el invicto General, por el cual tenian la honra de ser en aquel momento
presididos.
El Excelentísimo Sr. Gob. Gral. con fácil y concisa
palabra hizo una completa narración de la historia de su vida como
militar, exponiendo las causas que le
impulsaron á aceptar el Gobierno de esta Antilla; para el cual babía sido
designado varias veces por S. M.; pero que no aceptó hasta que creyó que con ello reportaría algún beneficio
a estas provincias. Que animado de los mas nobles deseos había abandonado las
costas peninsulares para venir á hallarse entre este pueblo. Que seguramente le
apreciaba, puesto que por todas partes había sido recibido con muestras de
simpatía. Que si fatalmente él no podía ver realizados sus nobles deseos,
haciendo que esta Antilla fuera rica, próspera, disfrutando de una completa paz
moral de la que tanto necesitaba para no envidiar nada al pais mas culto y
mejor administrado, no sería ciertamente por falta de voluntad, la que
conservaría siempre fuerte, sino debido a su poco acierto en la dirección del
Gobierno. Que este pais tenía en si mismo gran riqueza como podía cualquiera
convencerse de ello, con solo re correr los grandes Centrales donde se elavora
la sin rival azúcar de caña.
Por otra parte, el tabaco que se produce en esta Isla
no admite competencia alguna. Sus campos producen excelente café, y sus bosques
encierran preciosas maderas. No hallándose tan abatida la riqueza como
generalmente se cree, puesto que si así fuese no podrian levantarse esos
capitales que en poco tiempo se improvisan. Que la estadística demostraba, que
hoy con el trabajo libre, este pais es mas rico que el año sesenta y ocho, cuando todo se hacia por medio del
hombre esclavo.
Que siendo como afirman todos los economistas, que un
pais es tanto mas rico cuanto que su
exportacion sea mayor que su importación y sucediendo esto en la actualidad, no
era posible que se considerase esta Isla pobre.
Que no creía que la decadencia á que
ha llegado la riqueza pecuaria, se deba solamente al impuesto de
Consumo, pues que sino hicieran la competencia los artículos procedentes del
extranjero, que obliga necesariamente á los de este pais á buscar el nivel
natural, es decir , á ponerse en condiciones de poder tener en plaza
salida, en frente de los extranjeros,
seguramente que el ganado no hubiera bajado tanto, á pesar de los derechos de consumo, y que si
estos desaparecieran, es seguro que la baja continuaría del mismo modo.
Aplaudió que para con el contribuyente se guardasen
toda clase de consideraciones, no haciéndole pagar sino lo que buenamente puede, y que si bien
sus palabras no representaban dinero, él
haría todo lo posible, á fin de que los Municipios mejorasen su actual
situación, concediéndosele el cobro del impuesto de consumo de ganado y el de
cédulas, para lo cual ya estaba autorizado por el Gobierno de S. M. Que en lo
adelante los Ayuntamientos con estos nuevos recursos podrian llevar una marcha
desahogada, teniendo siempre presente que debian limitar su accion
administrativa a ingresos positivos, para que el contenido no resultara mayor
que el continente.
Respecto a los presos de la Cárcel dijo, que nuestro
carácter bondadoso nos llevaba al extremo de querer para el preso mas comodidades
que para el honrado trabajador; que si bien creía que al preso nada debia
faltarle, debia no obstante hacer de notar la diferencia que media entre un
criminal y un hombre honrado.
Se expresó con respecto al bandolerismo en el sentido
de que estaba dispuesto á concluir con él;
para lo cual queria contar con el apoyo de todos los habitantes,
especialmente los del campo, pues se
haria sin su poderosa ayuda poco menos que imposible el dar con ellos, dada la
manera especial de los campos de esta Isla, cubierta de montañas y malesas,
donde es tan fácil la ocultación de los malhechores.
Aludiendo a la lucha política dijo; que cada
ciudadano es dueño de sustentar la idea que mayor le plazca, pero que esto no
es óbice para que dos hombres que profesan ideas opuestas, que en la suma
votan, por candidaturas distintas, sean amigos, se estimen y aprecien,
hallándose en el mismo caso las familias. Que al Ayuntamiento como
representante del pueblo, toca en primer término hacer porque cesen las
divisiones.
Felicitó al Ayuntamiento por su proyecto de Feria
Exposición, que con tanto entusiasmo adelante lleva, tanto mas satisfactorio si
se tiene en cuenta que siendo Santa Clara una de las poblaciones mas pobres de la Isla, se habia atrevido á
afrontar una empresa que indica progreso, mientras que otras poblaciones que cuentan con mas recursos no se han
atrevido á ser los iniciadores.
Dijo que habiendo en Cienfuegos prometido al Sr.
Alcalde Municipal, que cumpliría su palabra, y que además destinaba varios
premios, uno de los cuales costeaba él de su bolsillo particular, y los otros
de los fondos del Estado, á fin de que hubiera mas aliciente para los
expositores.
Con lo cual se dio por terminado el acto que firmó el
Excelentísimo Sr. Gob. Gral. Presidente, y los demás Señores y Concejales, por
ante mí el Secretario que lo certifico.
Fondo Ayuntamiento de Santa Clara. Actas Capitulares.
Tomo 42.
Archivo Histórico Provincial. Santa Clara. Villa
Clara. Cuba.
Copia fiel del original.
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