En un trabajo anterior abordamos algunas de las
peculiaridades de la entrada de los chinos a Cuba; de los maltratos a que
fueron sometidos al llegar a la isla en
momentos en que la búsqueda de nuevas alternativas de mano de obra se hacía indispensable para salvar un régimen productivo asentado sobre
la base de la mano de obra esclava. Es a
partir de la década del 40 del siglo XIX que tiene lugar una entrada masiva de
chinos, teniendo lugar una inserción de
un nuevo grupo social en el panorama del
proceso de formación nacional cubano.
¿Es posible encontrar presencia china en la Isla de Cuba con anterioridad
a esa fecha?. Nuestros estudios más recientes del Fondo Anotadurías de
Hipotecas del Archivo Histórico Provincial de Santa Clara, Villa Clara, confirman
que ya desde el siglo XVIII se aprecia
la existencia de chinos en la isla, pues en la Jurisdicción de Santa
Clara se detectan:
…” D. Juan López hipoteco a
favor del Beneficiado D. Juan de Guzmán y Quintana vicario auxiliar un chino
nombrado Jose Félix por la cantidad de doscientos cincuenta pesos que le presto”.[1]
Blas Díaz hipotecó un chino de nombre
Manuel Félix Jiménez, por valor de $375,00, resultando acreedor Rafael Luján.
Con anterioridad el chino había sido propiedad de José Ramón Veloz Meyer y Manuel Salazar Acosta. [2]
Lo anterior confirma que desde el año
1785, se revela la presencia china en la
jurisdicción de Santa Clara en
condiciones de servidumbre o esclavitud; vinculada a las labores de haciendas.
No conserva su identidad de origen, lo que hace suponer que están sujetos
a un contrato, peculiar durante el siglo XIX.
Como mano de obra y mercancía, su valor
se puede considerar alto y en ascenso pues a finales del siglo (1798) la
hipoteca expresada correspondiente al
chino Manuel Félix Jiménez había aumentado en
$ 125.00 en relación a la realizada en el año 1785.
Las muestras detectadas, aunque aisladas,
vienen a probar que desde muy temprano-siglo XVIII-se optó por la búsqueda de
alternativas de mano de obra en otras áreas geográficas; no existiendo una
dependencia exclusiva de la negra esclava
traída de África; aún antes del auge azucarero que tuvo lugar en la isla
en la región occidental en la década del noventa de ese siglo.
Se tiene conocimiento de la existencia de
mano de obra desde Centro América (México) a mediados del siglo XVIII, pero es
la primera ocasión en que se detecta de
origen chino, para una época tan
temprana.
Si lo expuesto
es revelador , de extraordinaria
trascendencia es que “Manuela González hipotecó 2
casas, un tejar en las márgenes del río La Princesa con todos sus utensilios; y dos chinas
nombradas, María Rosalía y María Celestina” .[3]
Lo anterior (1806), nos brinda una visión totalmente nueva sobre la emigración
china hacia la mayor de Las Antillas, pues esta incluye a mujeres de esa nación, lo que presupone al igual que los casos
anteriores un régimen de servidumbre y de contrata.
Según consta en las Actas Capitulares del
Cabildo de Santa Clara, hacia mediados de la década del setenta del siglo
XVIII, los hacendados de la jurisdicción habían buscado incesantemente
alternativas de mano de obra, e iniciado proyectos para su adquisición a través de comerciantes establecidos en la Villa de Trinidad, lo que
puede explicar-aún sin confirmar-las entradas
de chinos hacia Santa Clara, Villa ubicada hacia el interior y el centro
de Cuba. Como se ha podido probar estas acciones que fueron ejecutadas por los
regidores de esa institución, y llevadas a cabo de forma independiente con el
aporte de capitales aportados por los hacendados de la jurisdicción, no
existiendo disposiciones del gobierno
central en ese sentido.
Según consta en este mismo fondo, el 16
de octubre de 1844:
“Por providencia del Sor. Teniente Governador de esta
Isla Don Jose María Isla (…) manda entredicho a los bienes raíces y esclavos de
los individuos que se expresan (…) que están comprometidos en la causa de
sublevación ó conspiración contra la raza blanca. “ [4]
Como se consigna, en la relación, aparecen 52 negros, 2 chinos (Filomeno y Aróstegui) y
dos blancos. Mostrando la prematura
incersión de los chinos en las revueltas y sublevaciones de
esclavos contra la esclavitud y el
régimen colonial en la isla.
Lo
expuesto viene a comprobar que el
proceso de formación nacional cubano transita por complejidades inexploradas
que requieren de tratamiento e
indagaciones que puedan aportar
objetivamente toda su dimensión y trascendencia.
[1] Fondo Anotadurías de Hipotecas.
Archivo Histórico Provincial. Santa Clara Villa Clara. Cuba. Tomo I. 22 de
noviembre de 1875. Asiento 26. Original manuscrito.
[2] Fondo Anotadurías de Hipotecas.
Archivo Histórico Provincial. Santa Clara. Villa Clara. Cuba. Tomo II. 22 de
octubre de 1798. Asiento 94. Original manuscrito.
3 Fondo Anotadurías de Hipotecas. Archivo Histórico Provincial. Santa
Clara. Villa Clara. Cuba. Tomo II. 15 de abril de 1806. Asiento 224. Original
Manuscrito.
[4] Fondo Anotadurías de Hipotecas.
Archivo Histórico Provincial. Santa Clara. Villa Clara. Cuba. Tomo V. Folios
169(vuelta)-170. Original manuscrito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario