Tras el informe 2014 de esta organización, se
esconden intencionadas referencias a incumplimientos de los derechos humanos
por parte del gobierno cubano; en política migratoria, reconoce que se aprecian
avances, más hace referencia a la llamada “disidencia”, que no puede evaluar ni en el orden cuantitativo
ni cualitativo, dado el desconocimiento que la organización posee sobre la
realidad cubana, si las mejoras migratorias son para la disidencia, acepta de
hecho el vínculo que esta tiene con la reacción en los Estados Unidos; lo que
se prueba cuando se expresa que
“Consideramos que se han producido avances, como la flexibilización de
las políticas migratorias que afectaban a todos los cubanos y particularmente a
los disidentes”, dijo en conferencia de prensa José Miguel Vivanco, director de
HRW para las Américas [1].
El informe
dice que los disidentes “ahora sí pueden viajar felizmente fuera de la isla y
retornar al país sin que sean objeto de amenazas y amedrentamientos”[2];
resuelto el problema, el informe no refleja que esos viajes, son en primer
lugar a los Estados Unidos, donde son acogidos por los miembros de la Fundación Cubano
Americana y los elementos más extremistas de Miami.
En otra parte del informe se dice que se han “relajado
restricciones draconianas”, refiriéndose a las libertadas a presos políticos en
Cuba; fin último al cual siempre se hace referencia cuando de violación de los
derechos humanos se trata; pues la defensa manifiesta a la contrarrevolución
cubana siempre ha formado parte de
esta organización.
Para no quedar fuera del contexto internacional o desacreditarse ante el
mundo se reconoce en el informe que el embargo económico impuesto por Estados
Unidos a Cuba “impone sanciones indiscriminadas a los cubanos y no hace nada
para mejorar la situación de los Derechos Humanos”[3] ; por
lo menos reconoce que es una política
fracasada y sin perspectiva que solo tiende a cohesionar más a los cubanos.
Cuando HRW critica las restricciones a la libertad de prensa, la falta
de mejoras en las condiciones carcelarias y las limitaciones a la acción de
defensores de los derechos humanos, no hace otra cosa que tratar de socavar las
bases del socialismo, con la esperanza de una renovada sociedad cubana sobre la
base de la instauración del capitalismo, coincidente con la reacción anti
cubana de Miami.
Otras intencionadas aspiraciones no están presentes, pasan como mensajes
subliminales; pretende desacreditar la obra de la revolución cubana entre los
países de la América Latina,
sobre todo en tiempos en que se incrementa la tendencia unitaria
latinoamericana, donde existe un consensuado criterio de abrir una nueva era en
las relaciones con Cuba, basadas en el respeto a su soberanía y al libre camino
escogido.
Como la OEA,
la Human Rights Watch se desacredita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario