“Y salvaguardaremos la propia seguridad de Estados Unidos contra
aquellos que amenacen a nuestros ciudadanos, nuestros amigos y nuestros
intereses”
Barack Obama
24 de enero, 2012
Según Alfredo Jalime-Rahme, profesor de Ciencias
Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Mexico(UNAM), en las
actuales circunstancias de la administración Obama se ha producido una “ruptura con una manera de gobernar que tanto
caracterizó el período Bush-Cheney. De esta manera, se aplica una nueva
reorientación de los recursos nacionales focalizando objetivos más realistas, y
poco a poco volver a centrar la economía comercialmente con respecto a Asia y
China…”[1];
la cruzada contra el “terrorismo” que caracterizó a la administración Bush, sin
duda condujo a los Estados Unidos a un callejón sin salida que afectó las bases
económicas del sistema, pues la crisis que ya se venía gestando, no solo están
dadas por los errores de cálculos de los teóricos del sistema y por las
políticas económicas aplicadas; las guerras, que pueden convertirse en fuente
lucrativa de ganancias, tienen también sus consecuencias negativas sobre la
economía por el enorme volumen del presupuesto que se invierte en su
realización-logística-y el gasto que conlleva en recursos humanos y materiales.
Al igual que administraciones precedentes, seguridad
e intereses, continúa siendo la prioridad para republicanos o democráticas;
Ante
el Consejo de Relaciones Exteriores Hillary Clinton retomó la frase de Thomas
Paine, "Dentro de nuestra capacidad está la posibilidad de comenzar el
mundo otra vez”, para luego expresar que: “Hoy, en una era nueva y muy
diferente, tenemos que utilizar ese poder. [2]
La política de los Estados Unidos en cuanto al ejercicio del poder, no resulta un cambio en la
política de ese país, sigue siendo utilizado bajo la concepción de sostener el
predominio de los Estados Unidos en el siglo XXI donde el escenario mundial ha
sufrido un profundo cambio, ahora como antes, las fuentes de recursos sigue
siendo el móvil de los grandes conflictos que han tenido lugar; la llamada
“renovación del liderazgo” que Obama ha expresado, está basada en dos
principios fundamentales: poder militar y renovación económica; si bien pueden
sostenerlo en el primero, han perdido capacidad para poder acometer lo segundo;
de ahí que la variable de la guerra esté como opción ante la pérdida de la
potencialidad económica, en momentos en que la confrontación por el control de
las fuentes de energía-sobre todo de gas-delinea los posibles conflictos para
el nuevo siglo.
La
farsa montada desde Bush contra el terrorismo, no es solo un problema de
seguridad nacional, es en esencia geopolítica estratégica a nivel mundial de
cara al siglo XXI; Obama da continuidad a ella y pone su énfasis fundamental en
la utilización de la fuerza, “he
propuesto una nueva estrategia de defensa junto con nuestros líderes militares,
una estrategia que asegura el mantenimiento del ejército más sobresaliente del
mundo”…[3]
, desde esa tribuna había señalado que “en Siria, no tengo duda alguna de que
el régimen de Assad pronto se dará cuenta de que las fuerzas del cambio son
irreversibles y que la dignidad humana no puede ser suprimida”….[4]
; si bien no han tenido una participación directa en el conflicto que tiene
lugar hoy; ha impulsado desde su posición como miembro del Consejo de Seguridad
de la ONU, una política hostil, de amenazas, sanciones y apoyo a la oposición
siria, contribuyendo a toda posibilidad de arreglo pacífico de la situación
interna de ese país; a la que ha arrastrado a la Unión Europea y la Liga Árabe;
si el modelo Libio no se ha podido llevar adelante, ha estado dado por la
fuerte oposición de Rusia y China; los
propios conflictos en los que Estados Unidos está involucrado en la región han
imposibilitado una participación decisiva que de por resultados el logro de sus
fines, de ahí que la concertación de alianzas, fórmula ya expresada por el Departamento de Estado, sea la más
conveniente en los momentos actuales; en ese contexto se enmarca el
acercamiento a la India,, que tiene por objetivo evitar los suministros iraníes
de combustible a esa nación, que a la vez apoya la causa siria contra las
pretensiones occidentales.
La cruda realidad de lo que hoy percibimos se
encuentra en el propio sub suelo de Siria, las enormes reservas de gas que han
sido descubiertas, reservas en las cuales hoy más de una potencia le pone los
ojos; ¿es por tanto el problema sirio un conflicto interno?, la respuesta a
esta pregunta se encuentra en el discurso de Obama al cual ya hemos hecho
referencia, “Respaldaremos las políticas que conduzcan al establecimiento de
democracias sólidas y estables y de mercados abiertos”[5]
; sigue siendo el mismo objetivo: los mercados.
No
solamente China es de alta prioridad para la política norteamericana, lo son
también el grupo de países que componen el BRICS(del cual China forma parte);
la estrategia política norteamericana ha tenido que tener en cuenta una
realidad que es absolutamente imposible pasar por alto, el papel de estos
países y sus economías-llamadas emergentes-que ocupan un peso que se pronostica
decisivo para los próximos 15 años; lo que implica el declive de la economía
hegemónica norteamericana y hasta su propia reorientación, son por tanto
factores externos objetivos que alterarán el sistema de relaciones
internacionales en lo inmediato y se traducirá, como ya viene ocurriendo en una
reorientación forzosa para los Estados Unidos; que contempla la contención
dentro del actual sistema de relaciones; pero que no dudará en tornarse en
política de guerra, pues el éxito para lograr sus fines siguen estando basados
en el poder y la utilización de la fuerza.
[1]
Giro Estratégico de Obama: Desglobalización militar de Estados Unidos y
contención de China. Alfredo Jalime Rhame. Red Voltaire.
[2]
Discurso de HIllary Clinton ante el Consejo de Relaciones Exteriores. Red
Voltaire.
[3]
Discurso de Barack Obama ante El Estado de la Unión, 24 de enero del 2012.
Tomado de la Red. Voltaire.
[4]
Idem
[5]
Idem
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