No será esta la ocasión para entrar en el debate
filosófico ni académico, sí en las
lecciones de política práctica y objetiva que los hombres en el decursar del
tiempo ignoran tras dejarse arrastrar por las falsas lecciones de democracia al
estilo burgués que después de pasado el tiempo solo brinda la opción de
preservación del sistema sin dar posibilidad para las cambios políticos. En
América Latina existe una larga data de
lecciones no aprendidas por las izquierdas que han posibilitado mantener la
dependencia como patrón ante el hegemonismo norteamericano, dejando a la vista
la siempre presente falta de visión política, que comienza con la absurda
creencia de que la toma del poder político representa un cambio de sistema, esa
misma falacia fue la que llevó a presentar la tesis del “Socialismo del siglo
XXI” para algunos países de la región, que tras pasado algunos años ahora viene
a “despertar” ante los hechos consumados de una ofensiva de la derecha en
varios países.
Poco o casi nada se ha aprendido de las lecciones del
golpe militar contra Salvador Allende en 1973, o el aún reciente contra Manuel
Zelaya en Honduras, aunque alejados en el tiempo, tienen de común el haberse consumado en los marcos de una
democracia, que ahora Nocolás Maduro se empeña en decir que triunfó el 6D,
cuando en realidad se le ha asestado un golpe a ella como en las anteriores
ocasiones, pues los cambios que hasta entonces fueron establecidos, han sido
derrumbados en todas partes como regularidad, esa lección no es solo para América
Latina. Por ese camino ahora Atilio Borón llega a la conclusión de que
“….mucha gente comience a pensar que tal vez otras vías de acceso
al-mantenimiento del-poder puedan ser más efectivas y confiables que las
elecciones”, así lo acaba de señalar en su artículo “Sobre el resultado de las
elecciones en Venezuela”, bajo el título de “La Trampa”, en su blog personal.
La incredulidad política es algo elocuente cuando el parlamentarismo burgués en
definitiva es intrínseco a la defensa
del sistema capitalista.
Si algo en el orden práctico puede enseñar Cuba a los
países de América y el mundo es que el multipartidismo, no es la receta mágica
de la llamada democracia burguesa, todo lo contrario, es la más perfecta
enredadera para darle continuidad. Cualquier interpretación que se quiera
abordar sobre la construcción del socialismo está implícito de forma
inobjetable la transformación económica, sin ella estaremos siempre en
presencia de la relatividad, adopte el nombre que adopte el “cambio”; de qué manera explicar entonces cómo ha sido
posible la supervivencia del proceso revolucionario cubano.
Tras el 6D viene el reacomodo de la izquierda a ritmo
acelerado, poniendo parches para dejar en medio pie los principales beneficios
sociales, que dudosamente podrán ser sostenido dada la tremenda derrota
sufrida; que no solo empina a la derecha continental; allana el camino para
desarticular el ALBA y la CELAC. Pone en tensión y prueba al gobierno de Dilma
en Brasil, tras un nuevo aire de la oposición, que se empreña en ponerla ante
los tribunales.
Según el padrón electoral, 19 496 365 ciudadanos debían
acudir a las urnas, asistiendo:
MUD 6
685 754
GPP 4
787 516
Total 11
473 270
Cuál es el nuevo escenario?
Según el artículo 187, Título V, Capítulo I Del Poder
Legislativo Nacional, Sección primera de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, la Asamblea Nacional, con las tres quintas partes de
los diputados, puede dar voto de censura al vicepresidente de la República,
cuestión que implicaría la destitución del mismo.
Artículo 236, numeral 21
de la constitución "Cuando la nueva ASAMBLÉA atente contra los intereses
de la república y los VENEZOLANOS son atribuciones del presidente de la
república.
Art.236, Numeral 21 "Disolver
la Asamblea Nacional en el supuesto establecido en esta constitución
Al conseguir los dos
tercios de la AN, la coalición opositora podrá
aprobar leyes orgánicas, proponer reformas y enmiendas constitucionales,
reemplazar a miembros del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), el propio CNE y
demás poderes públicos, pero únicamente con la aprobación de
otros órganos legales.
La Asamblea no puede remover a otros poderes
–incluso con el aval de la mayoría calificada– si no existe un pronunciamiento
previo del TSJ, el Poder Ciudadano o la instancia establecida para cada caso.
En el nuevo escenario la derecha apoyada en sus alianzas internacionales apostará por
la eliminación del gobierno bolivariano.