El fin de la historia pronosticado después del derribo
del muro de Berlín y la estrepitosa caída de la Unión Soviética deslumbró a no
poco “afamados” estudiosos en el prolifero campo de las ciencias sociales, atraídos
más por la fuerza occidental que por las propias encrucijadas del desarrollo social,
cayeron en el oscuro callejón de la seudo ciencia al negar el propio desarrollo,
para ellos la historia vino a ser el fin, al igual que para los físicos cuando
no vieron otra salida a la materia que no fuera la desaparición, en resumen,
una dialéctica perdida por las mezquinas ideas de la supervivencia del sistema
capitalista; así cayeron tras el paso del tiempo los “paladines” de los nuevos
ensayos sobre la historia al contrastar la realidad con sus nuevas teorías diseñadas. Más la
propuesta tiene antecedentes; la
revisión de la historia ha estado en los lastres académicos de no pocas
universidades; respondiendo a obediencia de mezquinas políticas que tienen por
finalidad hacer un estilo global de cultura, que no es otro que el de romper
las barreras de la nacionalidad, nación, soberanía e independencia.
Que se pretenda revisar las historia de la II Guerra
Mundial no es nada nuevo, desde finalizada esa contienda, todos los medios
occidentales minimizaron el papel jugado por el
Ejército Rojo; se exaltó hasta el infinito a los Ejércitos aliados; al
primero se le estigmatizó por crear dictaduras en aquellos pueblos que liberaba
a su paso, de implantar por la fuerza el socialismo en los países que después fueron llamados Europa Oriental,
como difamación por haber “pactado” con la Unión Soviética y permanecer bajo su
órbita; a partir de entonces vio la luz Radio Europa Libre, que no fue otra cosa
que un medio subvencionado por las agencias de inteligencia para la propaganda
de desinformación que se dirigía hacia aquellos países, entre cuyos objetivos
esenciales estaba el desacreditar la historia
en la misma medida que exaltaba los “valores” de una vida occidental
desarrollada.
Que varios líderes europeos no reconozcan hoy esa
historia no quiere decir que la historia se haya desvirtuado, en su esencia no
se puede cambiar lo que fue por lo que nunca ocurrió, pues al hacerlo, no es enjuiciamiento
crítico, es ante todo revisionismo con fines bien delimitados. Para Wayne Madsen los “Estados Unidos pretende así alcanzar
2 objetivos: destruir la zona de influencia de Rusia y acabar a la vez con
la identidad rusa”.
Según Madsen “Los grupos que gravitan alrededor de
aquellos emigrados a Estados Unidos, como la Fundación Heritage , el
American Enterprise Institute (AEI) y la Brookings Institution ,
así como Human Rights Watch, fundada por George Soros, trabajan
a favor de que se reescriba la historia de la Segunda Guerra
Mundial. Al parecer, muchos de esos grupos neoconservadores e
históricamente revisionistas preferirían que, en vez de reconocer
la victoria de la Unión Soviética sobre el fascismo, se conmemorasen
con tristeza las derrotas de los regímenes títeres de los nazis en los países
bálticos, así como en Ucrania, Bielorrusia y Moldavia”.
Esos fines no son exclusivos a un país como lo es hoy Rusia,
tales propósitos han formado parte de la política; lejos de estos escenarios
las pretensiones coinciden, allí donde por diversas causas no se concuerde con
las aspiraciones de “democracia" al estilo made in USA chocará con las
barreras políticas que enfrentarán de forma encubierta o no.
Para Cuba haber hecho una revolución fue una “demonización”
que paga cada día, cada hora y cada minuto; desinformación, guerra psicológica,
revisionismo, guerra encubierta, guerra abierta, han formado parte desde sus
inicios. La versión de Radio Europa Libre o Libertad, lo es la TV Martí u otras
tantas emisoras que fueron puesta al servicio de una política sutil de enfrentamiento,
como el papel jugado por la Voz de Las Américas y otras tantas de medio pelo de
lenguaje rabioso, tendencioso y guerreristas, pero a la sombra del país que
define y defiende los intereses de la “democracia” al antojo de hacerlo global.
Para el abogado de la Fundación
Cubano Americana, Antonio Zamora, quien además ocupa asiento en la Facultad de
Leyes de la Florida, nada defensor del proceso revolucionario en Cuba, expresó
recientemente que a partir de sus viajes a Cuba en la década de 1990” fue
cambiado definitivamente la imagen que poseía de su país natal”. Esa visión impregnada
no es exclusiva a Zamora, ha sido la que los medios han dado y siguen dando de
Cuba al mundo a través de sus medios potencialmente influyente a nivel global.
Otro tanto ocurre en los
medios académicos en torno a la revisión de la Historia de Cuba, una pretendida
“historia” republicana entre 1902-1958 desvirtúa el proceso revolucionario
cubano durante esos años, con una proclividad a desconocer el papel de la
generación del centenario; exaltando la imagen del dictador Fulgencio Batista.
Así como no se reconoce el 9 de mayo para el pueblo ruso, tampoco se reconoce
el 1 de enero para el pueblo cubano.
El 24 de febrero de 2015, en ocasión del reinicio de la
contienda liberadora en el año 1895, Eusebio leal expresó:
“Y como decía hace unas horas un juicioso historiador: la
historia de nuestras luchas todavía, a pesar de todo lo que está escrito, está
por escribirse. Faltan muchas biografías, muchos heroísmos, muchos
silencios, muchas lágrimas que nadie enjugó que deben ser cantadas por los
poetas, como pedía José Martí a José Joaquín Palma, cuando le decía a su
ilustre amigo, biógrafo de Céspedes, bayamés de cuna: “Lloren los
trovadores republicanos sobre la cuna apuntalada de sus repúblicas de gérmenes
podridos; lloren los bardos de los pueblos viejos sobre los cetros
despedazados, los monumentos derruidos, la perdida virtud, el desaliento
aterrador: el delito de haber sabido ser esclavo, se paga siéndolo mucho tiempo
todavía.”
Tal es
la disyuntiva, pues antes esos intentos no queda otra que la búsqueda de las raíces,
de la identidad propia, de los valores que solo hacen posible la nación, la
soberanía y la independencia; tal es el propósito ante una historia envenenada.
Documentos
consultados
Intervención de Eusebio Leal el 24
de febrero del 2015. Tomado de Cubadebate.
El intento de los neoconservadores
estadounidenses de revisar la historia de la Segunda Guerra Mundial. Wayne
Madsen. Tomado de la Red Voltaire.
Ex
abogado de la Fundación Nacional Cubano Americana rememora anécdotas sobre Cuba.
Tomado de Cubadebate.