martes, 30 de septiembre de 2014
La 'viuda blanca' que entrena en Siria a terroristas.
jueves, 18 de septiembre de 2014
Strelkov: “No permitiremos que Rusia sea partida.......
miércoles, 17 de septiembre de 2014
SECCIÓN DOMENTOS EN LA HISTORIA: CARTA EN LA QUE EL GENERAL MÁXIMO GÓMEZ DA RESPUESTA A LA RECIBIDA POR JOSÉ BRAULIO ALEMÁN AL SER CONOCIDA LA MUERTE DEL GENERAL ANTONIO MACEO Y SU AYUDANTE PANCHITO GÓMEZ TORO.
Después
de conocida en el campo mambí la muerte de Antonio Maceo y de Panchito Gómez Toro,
múltiples fueron las manifestaciones de condolencia y dolor recibidas por el
viejo General, entre ellas la de José Braulio Alemán, a la cual el entristecido
padre da respuesta.
Cuartel General del Ejército Libertador
Nu
506
L 2do
“Santa
Teresa”: á 29 de Diciembre 1896
Coronel José Braulio Alemán
Contesto
su sentida esquela del 18 del presente hoy que ya veo confirmada la muerte de
Antonio Maceo y la de mi hijo Pancho. Se bien cuan noble son los sentimientos
que lo movieron á Ud. á escribirme
cuando aun la duda sostenía en todos la esperanza de que no fuere cierta la
noticia propalada por los diarios enemigos. Ahora no debemos levantar en la
obra revolucionaria que nos ha de llevar á la Independencia: vigor
para nuestro espíritu y fuerza para nuestro brazo han de ser todas las
contrariedades, pues no cabe debilidad en los que por la honra y para la honra
trabajan.
Mi
hijo murió, como cubano en el combate: si como padre lo lloro, como patriota lo
quiero hoy más y por eso quedan en mi corazón, y las guardo con agradecimiento
las frases de condolencia de su carta.
Es
de Ud.
atto amigo y General
M. Gómez.
Copia
fiel del original.
Fondo Colección Ejército Libertador Cubano
Legajo
1
Expediente
19.
Archivo
Histórico Provincial. Santa Clara. Villa Clara. Cuba.
viernes, 12 de septiembre de 2014
NUEVA SECCIÓN EN CUBA Y SU HISTORIA
A partir de la próxima semana aparecerá una nueva sección en el blog bajo el título "DOCUMENTOS EN LA HISTORIA"; tiene por finalidad mostrar documentos de alto valor histórico, de la Historia de Cuba e universal; llegando hasta nuestros días.
jueves, 11 de septiembre de 2014
CANTOS A LA MANIGUA, VIVA CUBA INDEPENDIENTE
Nestor Alejandro Palma Izaguirre |
Néstor Alejandro Palma
Izaguirre nació en Trinidad, el día 26 de febrero de 1849; violinista,
pianista, compositor; educado en París; transitó su vida cultural en las
calles, tertulias, conciertos y sociedad santaclareña. Se incorpora a las filas
del Ejército Libertador Cubano en el año 1895; muere el 5 de diciembre de 1896;
en el lugar conocido por Antón Díaz, muy próximo a la ciudad de Santa Clara;
antes había dejado su impronta creativa también en la manigua; con sus “Cantos
a la Manigua”,
una ofrenda de gratitud al General del Ejército Libertador José Braulio Alemán.
Ocultas, casi imperceptibles, reposaban en el fondo
personal de este ilustre general mambí. Las 14 décimas, en original manuscrito
nos legan la pasión del autor por la campiña cubana, su patriotismo, el duro
bregar en la batalla contra el Ejército Colonial Español; con el condimento
picaresco del cubano.
“CANTOS DE LA MANIGUA”
VIVA CUBA INDEPENDIENTE
Suena el cañón en el monte
que es del español amparo
mas es sabido que es raro
el mal que hace a quien le afronte
Por el cantor del sinsonte
que miedo ninguno siente
al oír el prepotente
estampido del cañón
también dice en su canción
Viva Cuba Independiente
_______________________
La terrible dinamita
Ese agente que destruye
Con impavidez que no huye
Ni temeroso se agita
Cuando su cráter vomita
echando a rodar un puente
de blando al hierro potente
y calcinando la caña
dice a su vez, muera España
Viva Cuba Independiente
_______________________
La tea devastadora
que como ardid necesario
el campo recorre a diario
en su misión destructora
Cuando llega la triste hora
que con su llama candente
fuego aplica a su cimiente
que oro produce el gobierno
dice con voz del averno
Viva Cuba Independiente
_______________________
El bravo animoso bruto
que monta el noble guerrero
riza la crin altanero
y mueve la oreja astuto
Luego salta resoluto
el fuego con sangre hirviente
y tal vez va a morir
con locuaz quiere decir
Viva Cuba Independiente
__________________________
La tortolita que al nido
arrulla de sus pichones
con sus desleídas canciones
del grato y tenue sonido
El ruiseñor bien sentido
en su cantar, y elocuente
la cotorra balbuceante
y el parlante tocororo
dicen en brillante coro
Viva Cuba Independiente
___________________________
La flor que en el tallo erguida
luce su rara hermosura:
la corriente que murmura
bajo la hierba escondida
El insecto que se anida
junto a la argentada fuente
el despeñado torrente
que surcando montes va
todos dicen claro está,
Viva Cuba Independiente
__________________________
La guajira que dichosa
contempla el rostro risueño
de su prometido dueño
con mirada cariñosa
En su plática amorosa
henchido el pecho inocente
de patriotismo vehemente
le dice “vete a pelear”
¡uy! Es muy dulce gritar
Viva Cuba Independiente
__________________________
El hacendoso guajiro
que ya de noche no canta
y solo de su garganta
sale ahogado algún respiro
al mirar roto su guiro
contó que su hijo adorado
como valiente soldado
murió frente al enemigo
La esposa que el dulce amigo
sabe, murió bravamente
por la bandera insurgente
al calmar su justo duelo
exclama ¡viva este suelo!
Viva Cuba Independiente
________________________
Las naciones que al fijarse
en la sobrada razón
que este precioso
tiene para libertarse
Un óbolo dan sin cuidarse
de que a España en su creciente
ambición, ya decadente
tal proceder le haga mella
dicen burlándose de ella
Viva Cuba Independiente
________________________
Luego entre nubes flotando
de mil colores circula
con una antorcha encendida
vese una sombra vagando
Regia desciende alumbrando
de la lucha al campo ardiente
y arroyando el impotente
quijotismo y su maldad
dice: Soy la libertad
Viva Cuba Independiente
_________________________
En desde esa región
de ese azul firmamento;
desde el cual un Dios da aliento
a la inmortal creación
Truena un grito cuyo son
hace temblar lo existente
desde el levante al poniente
y estremece a los tiranos
que dice, invictos cubanos
Viva Cuba Independiente
_________________________
viernes, 5 de septiembre de 2014
Pravda Internacional: “Ucrania – Un intento para unir liberales y neo-Na...
Pravda Internacional: “Ucrania – Un intento para unir liberales y neo-Na...: Fursov A. I. es un historiador político, sociólogo y Jefe de Departamento en la Universidad Estatal de Moscú (MGU) Los Anglo-Sajones ...
jueves, 4 de septiembre de 2014
Discurso de investidura del presidente sirio Bachar al-Assad
Tomado
de Red Voltaire. 11 de agosto del 2014.
Honorables
sirios,
Honorable pueblo libre y revolucionario,
Honorable pueblo libre y revolucionario,
Hace ahora 3 años y 4 meses que algunos decretaron en nombre de ustedes:
«¡El pueblo exige!».
Sí, el pueblo exige, el pueblo ha decidido ¡y el pueblo ha actuado!
Ciudadanos sirios, _hermanas y hermanos míos.
Hace años que algunos dicen reclamar la libertad. Pero ustedes han
demostrado ser libres en una época de unanimismo y soberanos en una época de
complacencia servil.
Ellos se llenaron la boca hablando de democracia. Pero ustedes la
ejercieron de la manera más noble que existe. Ustedes rechazaron que el
extranjero viniese a dirigir la Patria. Ustedes escogieron su Constitución, su
Parlamento y su Presidente de tal manera que la decisión es de ustedes mismos y
que la democracia la hacen ustedes mismos.
Ellos no hicieron otra cosa que decir «el pueblo sirio es uno».
Pero ustedes se irguieron ante el huracán de discordia que ellos desataron y
ustedes impidieron que los vientos de la división alcanzaran los corazones y
las mentes de ustedes demostrando de esa manera que ustedes son un solo pueblo
que late con un solo corazón.
Ellos aullaron que se arrodillarían únicamente ante Dios. Pero ustedes
no se doblegaron, ustedes no renunciaron, ustedes no abdicaron
ante los amos de ellos. Muy por el contrario, ustedes se mantuvieron
apegados a la Patria
y ustedes resistieron manteniendo la fe en un Dios único, que nada tiene que
ver con las potencias extranjeras, con el petróleo ni con los dólares… Y
cuando ellos gritaron «Allah Akbar» [1], Dios resultó, en efecto, ser más
grande que quienes los apoyan a ellos, porque Dios está de parte del justo
y la justicia está del lado del pueblo.
Han pasado años en los que ellos recurrían a los discursos mientras que
ustedes les respondían con actos. Ellos se ahogaron en la ilusión. Ustedes
construyeron la realidad. Ellos trataron de hacer creer en la existencia
de una «revolución». Ustedes fueron los verdaderos revolucionarios.
Felicitaciones para ustedes, por la Revolución de ustedes, por la victoria de
ustedes.
Felicitaciones para la
Siria a la que ustedes han probado pertenecer.
Felicitaciones para Siria como pueblo que ha enfrentado todas las formas
de hegemonía y de agresión desplegando para ello todos los medios físicos,
intelectuales y patrióticos a su disposición. Algunos de ustedes han
podido luchar con las armas en la mano, otros han trabajado por transmitir la
verdad y otros de ustedes han resistido en sus corazones y se han quedado
aquí a pesar de las peores amenazas.
Felicitaciones para este pueblo que ha desafiado todos los temores y
todos los terrores participando en el referéndum y, después, en las elecciones;
un derecho que ustedes han ejercido incluso bajo el fuego del enemigo, haciendo
fracasar así a todos los que les daban órdenes, a todos sus agentes e
instrumentos. Un pueblo cuya firmeza modificó todos los datos. Un pueblo que
ha hecho que las circunstancias y los hechos hoy sean diferentes. Algunos
han modificado sus posiciones, otros han retrocedido, han desaparecido algunas
denominaciones, se han roto alianzas, se dividido coaliciones, se han
dispersado consejos… Y la brújula ha comenzado nuevamente a indicar
la dirección correcta a aquellos que ya no la veían, ya fuese
por ignorancia o por ceguera.
Han caído las máscaras, dejando al descubierto la terrible fealdad de
quienes decían trabajar por la libertad y la revolución cuando en realidad
querían clavar sus colmillos en el cuerpo de Siria, sembrando muerte y
destrucción, devorando corazones e hígados humanos, degollando y
decapitando… no dejaron de recurrir a ningún procedimiento, por
muy abyecto y horrible que fuese. ¡Pero fracasaron!
No lograron convencerlos a ustedes de que ellos se preocupaban por los
intereses del pueblo y por sus derechos. No lograron hacerles creer que
ustedes necesitaban tutores para manejar sus asuntos y los del país que es de
ustedes. Al final, ellos han fracasado definitivamente en su esfuerzo por
lavarles el cerebro y por quebrar la voluntad de ustedes.
Ustedes han desafiado ese huracán de discordia a pecho descubierto.
Ustedes se han erguido como una lanza ante la traición. Y el universo ha
oído las voces de ustedes, a pesar de todos los intentos por interferirlas
y ahogarlas. Ustedes han dicho, fuerte y claramente, una verdad que ellos han
tratado de escamotear, que ellos han querido asesinar y enterrar, y
ustedes han obligado al mundo a ver esa verdad tal y como es. Una verdad que
apareció para echar abajo, en unas horas, imperios políticos, petroleros y
mediáticos. Si… esas pocas horas en que ustedes se unieron para expresar su
opinión y su firme voluntad bastaron para borrar las falsedades y el terrorismo
moral y sicológico que se abate sobre Siria desde hace años.
Estas últimas elecciones no eran un simple procedimiento político, como
en todas partes del mundo. Se trataba de una verdadera batalla para cuyo éxito
hubo que librar todas las batallas anteriores ya que, para los enemigos de
la Patria,
se trataba del argumento con el cual esperaban deslegitimar
el Estado, hacer creer que el pueblo sirio esta débil y divido, que es
incapaz de ejercer su propia autodeterminación y justificar una intervención
extranjera con diversos pretextos.
Mientras que para nosotros, como ciudadanos, estas elecciones
significaban nuestra verdadera pertenencia a la Patria, mucho más que por
tener un simple documento de identidad o un pasaporte. Era nuestra batalla por
defender la soberanía, la legitimidad, la voluntad nacional y la
dignidad de nuestro pueblo, tanto como el referéndum fue a favor de esa
misma soberanía frente a todas las formas de terrorismo. Poco nos
importaba quién iba a ganar o a perder sino quiénes van a verse anulados.
Lo importante es que, con sus votos, ustedes han descalificado a los
terroristas, a los agentes sirios que les han servido de cobertura, a sus
amos y vasallos y, por ende, al conjunto de Estados –pequeños o
grandes–, a quienes deciden, dictan y ordenan y a quienes se inclinan y
cumplen órdenes.
Ustedes han ido todavía más lejos eliminando a los arribistas que se
aprovecharon de la crisis a expensas de otros, a quienes se distanciaron
en espera de ver de qué lado se inclinaba la balanza de las fuerzas
en pugna, eliminaron a quienes se pronunciaron contra la voluntad del
pueblo boicoteando las elecciones o llamando a boicotearlas, incluso a
posponerlas, poniéndose así del lado de los enemigos del pueblo.
En cuanto al voto «real o simbólico» de los sirios que residen en
el exterior, la máquina mediática hostil –que desde hace años
se esfuerza por hacer creer que todo sirio residente en el exterior
está en contra de la Patria
y del Estado– ha recibido una estruendosa bofetada propinada por nuestros
expatriados y refugiados, quienes se han pronunciado, sorprendiendo
al mundo. Al hacerlo, confirmaron el patriotismo de los sirios y
su tenacidad en la defensa de su propia independencia y de
la soberanía de su país. Acudieron masivamente a las urnas, algunos
a despecho de sus propios sufrimientos morales y/o físicos, otros
arriesgándose a perder sus medios de subsistencia, a pesar de sus necesidades
y de las amenazas que pendían sobre sus cabezas si decidían participar.
Si hubo quienes se aterrorizaron ante la idea de ver a un sirio votando
por un candidato fue porque entendieron que no se trataba de una simple
elección sino de la defensa de la unidad, de la soberanía y de la dignidad de la Patria. Es por esa
razón que prohibieron las elecciones en sus países y en los países árabes que
se les subordinan. ¡Esa es la hipocresía de Occidente! Dijeron defender un
pueblo al que le impidieron expresarse en cuanto entendieron que ese
pueblo iba a pronunciarse en contra de sus deseos e intereses.
A pesar de eso, les estamos agradecidos, porque con su ignorancia y su
inconsciencia han fortalecido la determinación de los sirios y la legitimidad
de estas elecciones, en vez de desvirtuarlas como querían.
Con estas elecciones, los sirios, más allá de nuestras fronteras, han
demostrado que sus corazones y sus almas siguen siendo sirios, confirmando así
que la principal razón del éxodo de ciudadanos es el terrorismo y el brutal
salvajismo de los grupos armados; cosa que ya habíamos dicho desde el primer
momento. ¿Cómo creer, sin estar loco, que un ciudadano agredido por su
propio Estado al extremo de huir de su tierra pueda respaldar ese mismo Estado
con tanto entusiasmo y a pesar de todas las dificultades? ¿Cómo
es posible que un ciudadano que odia a su Estado, como dicen algunos,
sea capaz de darle una prueba tan grande de solidaridad, en vez de
apuñalarlo por la espalda, como ellos esperaban?
A todas esas personas hago llegar mis saludos y mi agradecimiento,
asegurándoles que soy ahora más optimista que antes en cuanto al retorno a
una situación favorable que permitirá el regreso de todos los ciudadanos leales
y tan valiosos para la
Patria, y que confío más que nunca en que, en cuanto
desaparezcan las razones que los obligaron a partir, serán los primeros
en regresar para respaldar la
Patria.
Queridos ciudadanos,
Ustedes han demostrado a través de la historia ser un pueblo que
no teme a los desafíos, sea cual sea el adversario. Ustedes han hecho
fracasar a los detractores. Ustedes han puesto de relieve la
superficialidad de esos detractores y su ignorancia. Sus centros de estudios
necesitarán años para encontrar explicaciones satisfactorias a sus errores y
sus cálculos y decisiones erróneas de todo este periodo. Pero
no encontrarán las respuestas porque se han acostumbrado a los lacayos y
han contado siempre con sus sirvientes. No han conocido, no han
entendido o tratado con patriotas honestos. Se inclinan por consiguiente
a razonar en términos de sumisión, de sometimiento,
de dependencia, y son incapaces de entender nuestro sentido del honor, de
la soberanía y de la libertad.
Quien trate de prever el comportamiento y las reacciones de un pueblo de
antiguas tradiciones debería disponer de la misma profundidad histórica y
civilizacional para entender dónde residen su solidez y su resistencia,
cualidades que se manifiestan claramente durante las grandes crisis y
al calor de etapas históricas decisivas. Hoy son ustedes los más
autorizados para enseñar a esos satélites serviles que existen en nuestra
región árabe en qué consisten los conceptos de soberanía,
de determinación, de desafío y de dignidad para ellos desconocidos. Son
ustedes los más autorizados para darles lecciones de democracia y enseñarles
cómo participan los pueblos en las decisiones y los destinos de las naciones.
A ustedes les toca mostrarles lo que ellos nunca han sabido sobre las
elecciones, sobre la libertad, los derechos, el Estado y la civilización
porque lo único que conocen es la opresión, el extremismo,
la sumisión, la humillación y la exportación del terrorismo.
Para muchos sirios estas elecciones presidenciales han sido como balas
disparadas contra los terroristas, y contra quienes se esconden detrás de
ellos, antes de terminar su trayectoria en las urnas electorales, las que han
demostrado que todos los discursos de los imperios de la política, del petróleo
y de los medios –discursos repetidos durante años– no resisten más que
unas pocas horas ante la voluntad de un pueblo unido, libre y honesto. Y
también han demostrado que todos los terroristas y sus cómplices no valen
gran cosa y que no nos intimidan. Cierto es que pueden infligirnos
dolor y daños, pero no pueden vencernos. Pueden amenazarnos pero no pueden
intimidarnos.
Quiero homenajear aquí al Dr. Hassan al-Nuri y al señor Maher Hajjar. Al
presentarse como candidatos a la elección presidencial han dado prueba del
espíritu civilizado de los sirios en la práctica de la democracia, del respeto de
los derechos ciudadanos y de la
Constitución, garante número uno de la unidad de la Nación y de su estabilidad.
Rindo homenaje a ambos, sin importar quién haya salido vencedor,
porque esta ha sido la victoria del pueblo y, por consiguiente, una
victoria para la Patria.
Saludo también a todos y cada uno de los ciudadanos que acudieron a las
urnas, a pesar de los disparos de mortero, de los francotiradores y de las
amenazas de todo tipo. Saludo a esa mujer majestuosa que se mantuvo, desde
las 5 de la mañana, frente a un colegio electoral, sosteniendo el retrato de su
hijo mártir y proclamando que ella había venido a votar en su propio
nombre y en nombre de todos los que han caído por la Patria.
Saludo a ese soldado heroico, condenado a la silla de ruedas pero
decidido a votar a pesar de sus heridas. Y también saludo a esa
mujer, más que centenaria, que –a despecho del peso de sus años– también acudió
a las urnas.
Saludo a todo un pueblo que ha sabido sobreponerse a sus sufrimientos,
salir adelante con sus esperanzas y ambiciones para hacer oír su propia voz en
el mundo. Así logró alcanzar la victoria, una victoria que
nunca hubiese sido posible sin la sangre de los mártires y la sangre
de los heridos, sin la resistencia de sus familias, que han sabido crecerse
ante el dolor. Sin ellos no habríamos podido proteger
la Constitución, la Ley, las Instituciones y,
por consiguiente, no habríamos logrado proteger la Soberanía de
Siria. Ellos nos han enseñado el sentido del sacrificio, del coraje y de la
tenacidad. De ellos proviene nuestra fuerza y es gracias a
su grandeza y su heroísmo que la Patria ha resistido. Ellos marcaron nuestras
fronteras con su sangre y, con la fuerza de su determinación y con sus hazañas,
nos reunieron alrededor de la misma esperanza. El Estado
no escatimará esfuerzos por compensar, en lo posible, su ausencia junto a
sus familias y sus hijos.
Señoras y señores,
La guerra desatada contra el pueblo sirio es una guerra sucia.
Pero, a pesar de la injusticia y de los sufrimientos que han golpeado cada
hogar de este país, a pesar de toda la sangre derramada y de toda la
destrucción, este pueblo se negó a someterse. Porque somos un pueblo que ante
las circunstancias más difíciles reacciona con más determinación, al que las
presiones hacen reaccionar de manera aún más desafiante, que enfrenta los
intentos de humillación con aún más determinación, más orgullo y más confianza
en sí mismo. Hoy miramos el futuro con más decisión porque ese futuro
pertenece al pueblo y a nadie más.
Nuestro país ha sufrido los asaltos de invasores desde el alba de la Historia, hace miles de
años. Los colonos franceses salieron de aquí hace cerca de 7 décadas. Pero
Siria se mantiene viva, capaz de resistir, de construir y de renacer a la vida
partiendo de esta matriz adolorida. En eso reside la grandeza de un pueblo, la
grandeza de su Historia y de su Cultura. Un país no se define únicamente
por su superficie, su demografía, sus finanzas o su petróleo. Un país es, en
primer lugar, una civilización, una cultura y un pueblo consciente de su papel
histórico, de su soberanía y de la necesidad de enfrentar los desafíos del
presente para construir el futuro.
Y es precisamente por haber desempeñado ese papel que Siria está siendo
atacada. La agresión que está sufriendo no apunta a personas
ni gobiernos, como algunos creyeron al principio. Apunta a las bases
mismas de la Patria,
a su papel y al modo de pensar de sus ciudadanos para acabar convirtiéndolos en
una manada teledirigida e inmersa en infinitos conflictos por generaciones y
generaciones, para desviarlos de sus ambiciones nacionales y de su ansia de
prosperidad, con todo lo que ello significa para la sociedad y para el Estado.
No… el objetivo de esta agresión no era liberar al pueblo, como se hizo
creer a los crédulos, ya que vemos cómo utilizan hasta los menores aspectos
negativos de un país árabe para acentuar su subdesarrollo y su dependencia de
ellos. Prueba de eso son sus alianzas con los países árabes más retrógrados,
con los países árabes más corruptos y más represivos en contra de sus
pueblos. En nuestro caso, no han dirigido sus ataques a nuestras carencias sino
contra nuestra soberanía nacional, nuestra identidad y nuestra pertenencia al
arabismo. Han dirigido sus ataques contra el verdadero Islam, contra el
cristianismo autentico y contra nuestro modo de vivir juntos como nunca
lo hicieron antes en ningún lugar. Han dirigido sus ataques contra
todo lo que ha caracterizado a Siria a través de toda su Historia.
El Occidente colonial sigue siendo colonialista. Sus métodos son
diferentes pero su naturaleza profunda no ha cambiado. El fracaso de sus
planes conjuntos con sus lacayos árabes no significa que van a cesar de
desangrar Siria, porque esta es una solución de reemplazo que les permite
tratar de alcanzar a más largo plazo los objetivos que se habían tratado en un
inicio y, desgraciadamente, con la complicidad de algunos sirios que vendieron
su propia Patria, a falta de poder vender un honor del que carecen.
Nuestra visión fue muy clara desde los primeros días de la agresión.
Seguramente recordarán ustedes ciertas reacciones negativas e incrédulas
después de lo que declaré desde el inicio de la crisis. En aquel momento,
muchos pusieron en duda los términos de «complot» y de «agresión»
y sólo cuando ya era demasiado tarde se convencieron de que lo que estaba
sucediendo no tenía nada que ver con las legítimas exigencias de un pueblo
perseguido, ni con manifestaciones por la libertad y la democracia, sino que
era parte de un gran proyecto que incluía toda la región en su conjunto y que
no se limitaría a nuestras fronteras.
Eso pudo verse cada vez más claramente desde que comenzó la invasión
contra Irak. En aquel momento, las posiciones que expresábamos contra
aquella invasión no eran fruto de un deseo de confrontación. Como ustedes
saben, la diplomacia siria nunca se ha caracterizado por la charlatanería ni
por las «bandaradas» [2]. Si así hubiese
sido habríamos buscado la confrontación inútilmente o habríamos actuado como lo
hace el Hermano Erdogan [3],
quien dice querer liberar al pueblo sirio de la opresión y sueña con rezar en
la mezquita de los Omeyas [en Damasco]. Sin embargo, cuando se trata de Gaza,
[Erdogan] nuevamente se convierte en dulce corderito que abriga hacia
Israel el mismo tierno sentimiento que un bebé por el seno de su madre y ya
ni siquiera se atreve a expresar el piadoso deseo de rezar en la
mezquita de Al-Aqsa [en Jerusalén]. Ustedes seguramente habrán notado que sólo
expresó el deseo de rezar en la mezquita de los Omeyas y no en la Al-Aqsa. ¡Eso es
charlatanería! En cuanto a la bandarada, es lo que sucede cuando un ser humano
decide echarse con la cara hacia el piso y convertirse en un agente pagado por
alguien, incluso cuando este último no lo necesita. No apreciamos la
charlatanería ni las bandaradas. Estos dos casos son excesivamente peligrosos y
conducen al abismo a quienes así se comportan así como a sus Estados y sus
pueblos.
Nuestras posiciones en contra de la invasión de Irak tampoco fueron
dictadas por un espíritu de contradicción ni por el deseo de cosechar aplausos.
Rechazamos aquella invasión porque era el punto de partida de la consagración
del confesionalismo y de la partición. Estábamos realmente muy inquietos ante
una evolución tan peligrosa y, en nuestra opinión, tan fatal. Hoy se ha
convertido en una realidad que estamos pagando muy caro.
Partiendo de un razonamiento idéntico, advertimos –desde el inicio de
los incidentes que lo que está sucediendo en Siria no detendrá aquí sino que ha
de ir mucho más lejos, expandiéndose a través del terrorismo, que
no conoce fronteras. Algunos dijeron entonces que «el presidente sirio
amenaza al mundo», cuando en realidad dije:
«Siria es el centro de la región. Es la línea de fractura. Si jugáis con
ella, provocareis un terremoto cuyas réplicas no se detendrán en Siria
sino que se extenderán más lejos.» [4]
Pero ellos consideraron que aquello era una amenaza del presidente
sirio.
Sin embargo, lo que hoy vemos en Irak, en Siria, en Líbano y en todos
los países afectados por la enfermedad de la falsa primavera [5],
en todos sin excepción, ¿no aporta acaso las pruebas tangibles que
confirman nuestras repetidas advertencias? Muy pronto, otros países árabes
y otros países de la región, así como los países occidentales que apoyaron el
terrorismo, tendrán que pagar muy caro esa actitud. Muchos entenderán entonces,
algunos probablemente demasiado tarde, que la lucha del pueblo sirio por la
defensa de su Patria tiene que ver con ellos, en la medida en que el pueblo
sirio defiende también a numerosos pueblos que tarde o temprano se verán
expuestos a ese mismo terrorismo por culpa de la miopía de sus políticos, de su
ignorancia absoluta de los intereses de sus propios países, por culpa de su
reflexión superficial, de su poca capacidad para entender nuestra región y
tratar con sus pueblos.
Llegados a este punto, podemos preguntar si, como los «occidentales»,
estamos condenados a aprender de nuestras experiencias sólo cuando ya es
demasiado tarde. ¿Será así? ¿Teníamos que esperar 3 años y pagar la
miopía de algunos de entre nosotros con la sangre de nuestros hijos, con
nuestras almas, nuestra economía, nuestra seguridad, nuestra reputación, antes
de acabar descubriendo que lo que está sucediendo en nuestro país es parte
de un plan urdido contra nuestra Patria? ¿Y que no se trata de primavera
ni de libertad, ni de democracia?
¿Teníamos que pagar un precio tan alto, y seguir pagándolo, para que
algunos lleguen a darse cuenta por fin de que por falta de conciencia
crearon un vivero para el terrorismo y proporcionaron un punto de apoyo a la
agresión? ¿Teníamos que esperar 12 años para entender que la invasión de
Irak no traería a nuestra región otra cosa que terrorismo y veleidades de
partición?
Pero aún, ¿teníamos que esperar 30 años y a que nos invadieran
cortadores de cabezas y comedores de corazones y de hígados humanos para
descubrir que la explotación de la religión y el terrorismo son las dos caras
de una misma moneda? No nos bastó la experiencia de los crímenes de los Hermanos
del Diablo, en los años 1980 [6],
para aprender la lección?
Fue muy al inicio de la crisis cuando hablé de los «Hermanos del
Diablo». Algunos dijeron entonces que yo estaba cortando toda posibilidad
de diálogo, que debía considerarlo un partido político y referirme a ellos como
es debido: ¡ «La
Hermandad Musulmana»! A quienes dijeron eso, les
presentamos hoy todas nuestras excusas, porque la manera como nos referimos a
ellos en aquel momento resultó inadecuada. Tendríamos que llamarlos simplemente
«Diablos» porque los asesinatos, el terrorismo, la corrupción, la fitna [7]
y todos los demás pecados son de inspiración diabólica.
Si las lecciones del presente agregadas a las anteriores de nuestra
Historia no fuesen suficiente, eso querría decir que nunca aprenderemos
nada y que no seremos capaces defender nuestra Patria ¡ni hoy
ni mañana! Y quien no defiende su Patria, ni la protege,
no la merece, ni merece vivir en ella.
Dado lo anterior y dada la visión muy clara que teníamos de lo que se
tramaba contra Siria, decidimos desde el inicio de la agresión seguir dos vías
paralelas: golpear al terrorismo sin descanso y trabajar
a favor de la reconciliación con quienes deseaban volver al camino
correcto. Teníamos la convicción de que las soluciones eficaces eran puramente
sirias, sin ninguna interferencia del extranjero, a menos que se
tratara de un respaldo honesto.
Todos los que han querido emprender ese camino del regreso han
descubierto, por sí mismos, que el Estado actuaba como una madre tierna,
capaz de expresar su cólera ante el hijo ingrato y también de perdonarlo en
caso de arrepentimiento sincero. Son de hecho numerosos los que han vuelto
para combatir en las filas del ejército nacional, hasta ofrecer sus vidas por
la defensa de la
Patria. Reitero, por lo tanto, mi llamado a los que se han
dejado engañar para que depongan las armas porque seguiremos combatiendo a los
terroristas –donde quiera que se encuentren– hasta restablecer la seguridad en
todo el territorio sirio. Ya no nos importan traidores, agentes de
potencias extranjeras ni corruptos porque el país ha ido limpiándose de ellos.
Ya no queda para ellos lugar entre los sirios, cuya consideración por
demás han perdido.
En cuanto a quienes esperan el fin de la guerra gracias a una mediación
extranjera, sepan que están haciéndose ilusiones porque la «solución
política» de la que ellos hablan se basa en las «reconciliaciones
internas», cuya eficacia ya ha podido verse en varios países de la región.
Nosotros seguimos insistiendo en esa vía por lo que representa en vidas sirias
salvadas, en materia de restablecimiento de la seguridad y para el regreso de
personas desplazadas y en cuanto a cortar el camino a todos los planes externos
basados en lagunas internas.
Las «reconciliaciones nacionales» no reemplazan el Diálogo
Nacional, iniciado por el Estado, con las fuerzas y partidos políticos así como
con los representantes de la sociedad. El Estado proseguirá ese diálogo con
apertura a todas las ideas. El Diálogo no está por lo tanto exclusivamente
vinculado a la actual crisis, ni a la que hubo antes o a la que resultó de ella
sino que tiene que ver también con el porvenir del país y las prerrogativas del
Estado en todos los aspectos, sin excepción alguna.
Dicho esto, aunque el Estado tendió la mano a todos al inicio de la
crisis, ahora, después del precio cruel que ha pagado la Nación, este Diálogo ya
no integrará las fuerzas que han demostrado ser antipatrióticas. Dicho de
otra manera, [me refiero a] ¡las fuerzas que evadieron el diálogo apostando por
un restablecimiento del equilibrio a su favor para finalmente decidir cambiar
de rumbo después de haber perdido aquella apuesta y las fuerzas que decían
preocuparse por la patria cuando sus declaraciones servían de excusa a los
terroristas, a cambio de promesas y financiamiento ofrecido por el extranjero!
En cuanto a quienes son notoriamente dependientes del extranjero,
no dialogaremos con ellos como sirio sino [considerándolos] representantes
de los Estados a los que han prometido su obediencia y en nombre de los cuales
se expresan.
Esta crisis ha demostrado la realidad del «vivir juntos» entre
sirios y echado abajo la perniciosa argumentación sobre una «guerra civil»,
cuyo objetivo era ocultar que se trata de una agresión externa a través de un
montaje interno. En efecto, el uso ahora exclusivo de esa expresión para
describir lo que sucede en Siria no es otra cosa que un intento más de dar
un aspecto de legitimidad a los terroristas haciéndolos aparecer como parte de
un conflicto entre sirios, en vez de instrumentos despreciables en manos
del extranjero.
Además, una guerra civil supuestamente debe incluir líneas de
demarcación entre etnias, confesiones y cualquier otro tipo de grupos rivales;
líneas de demarcación que separan claramente los diferentes componentes
sociales antes de conducir al completo derrumbe del Estado y de la sociedad.
¿Es eso lo que estamos viendo en Siria? ¿Puede hablarse de «guerra civil»
cuando el ejército, las instituciones, la calle y la población se mantienen
unidas? ¡Se trata de una ilusión que quieren imponernos cuando la realidad
muestra totalmente lo contrario!
La realidad es que estamos ahora más allá de la coexistencia que
prevalecía antes de estos acontecimientos. Estamos viviendo los inicios de una
completa fusión entre los sirios. La imágenes de los sirios de todas las
confesiones acudiendo a las urnas, el consenso popular y la fuerte
participación en las elecciones han venido a confirmar esa evidencia. Como los
miembros de un mismo cuerpo, todos los componentes étnicos y confesionales de
la sociedad se unen para ayudarse entre sí y para servir a ese cuerpo
del que forman parte, independientemente de sus colores y funciones. Ya
no se habla de coexistencia o de tolerancia sino de complementariedad y de
cohesión.
Pero, de todas maneras, no podemos avanzar hacia el futuro
sin hablar, con toda transparencia, de las raíces de lo que nos sucede en
este momento. Si bien este pueblo demostró su patriotismo, no deja de
ser cierto que fue doloroso, vergonzoso y hasta infamante que una parte –por
muy mínima que haya sido haya sido el punto de apoyo de esta guerra. Sin ella
no habrían sido posibles la irrupción de los terroristas extranjeros, las
injerencias políticas y económicas, las intervenciones militares y los intentos
de destruir la soberanía nacional ni siquiera habrían sido posibles. Por
consiguiente, aunque los factores externos son evidentes, dadas las
declaraciones de los agresores y de sus instrumentos, ese factor interno es
fundamental en el tratamiento de la situación actual y para evitar que algo
similar vuelva a suceder en el futuro. A pesar del consenso entre los
sirios, quienes consideran que fue la ignorancia lo que llevó a esa gente a
tratar de destruir la Patria,
nosotros pensamos que esta crisis está basada principalmente en un déficit
moral.
Es, en efecto, la ausencia de moral lo que desfigura las leyes,
desprecia el honor, vende las patrias y conduce a la destrucción de las
naciones. Es ese el mayor obstáculo para el desarrollo de las sociedades, que
no depende únicamente de las reglas y las leyes –por muy importantes que
sean estas sino que depende esencialmente de una educación basada en la
moralidad. Sin moral no hay desarrollo porque esas dos exigencias son
inseparables. Los comportamientos morales pueden llevar a la aplicación
correcta de las leyes y las leyes correctas pueden desarrollar la moral, a
condición de que hayamos sembrado previamente sus semillas en la familia y la
sociedad.
En la práctica, las reglas suponen que el ser humano existe para servir
a los demás y beneficiarse de un servicio público, ya sea asalariado,
funcionario o incluso miembro de una asociación caritativa.
Por consiguiente, sin moral, el sentimiento nacional no estaría
presente en nuestra conciencia y el servicio público ya tendría sentido. Cada
uno de nosotros actuaría de forma egoísta y se aprovecharía del prójimo. Eso lo
que hemos visto a menudo durante esta crisis, en la que muchos no tomaron
las armas, pero han robado, extorsionado y saqueado, resultando
en definitiva tan peligrosos como los terroristas.
Es así como el déficit moral nos aleja de nuestros objetivos ya que, en
un momento dado, ya no disponemos de los instrumentos necesarios para
concretarlos. Y así aspiramos al desarrollo sin poder alcanzarlo y
luchamos contra la corrupción sin lograr acabar con ella.
Esto no nos dispensa de la revisión de leyes y reglamentos,
ni constituye un pretexto que exima al Estado de sus responsabilidades. Si
el comportamiento honesto y la educación ética son esenciales, el papel del
Estado y de sus instituciones son fundamentales, sin olvidar que toda
construcción que carece de bases sólidas está condenada a desmoronarse. Por eso
es importante la lucha contra la corrupción ya esos dos problemas [el déficit
moral y la corrupción] están estrechamente vinculados, siendo la corrupción
moral el desafío más importante que se plantea a todas las sociedades y a todos
los Estados. [La corrupción moral] es la base de la corrupción administrativa y
financiera, que a su vez engendran una corrupción aún más grave: la corrupción
nacional generadora de individuos capaces de vender su Patria y la sangre de
sus hijos al mejor postor.
La lucha contra la corrupción debe desarrollarse simultáneamente sobre varios
ejes. Golpear con un puño de hierro a todo corrupto comprobado es necesario
pero eso no impide la aparición de otros corruptos más taimados, más
sutiles que quedarán impunes y que perpetuarán indefinidamente las condiciones
que favorecen únicamente sus propios intereses.
No basta por lo tanto poner la lucha contra la corrupción en lo
alto de la pirámide. Se necesita una reforma administrativa de las
instituciones públicas que se hallan en el centro de esa pirámide. Es una
reforma global que habíamos iniciado hace años y que seguíamos llevando
adelante pero es evidente que la crisis la ha retrasado.
Un segundo eje es la revisión de los programas educativos para que
no se limiten a enseñar sino que se dediquen también a educar. Es un
trabajo monumental que el ministerio de Educación ha asumido desde hace un año.
Pero, también en este campo la aplicación de los programas es
necesariamente progresiva y a largo plazo. En ese contexto se hace aún más
importante que esta evolución implique también a las instituciones religiosas
que deben formar los cuadros responsables que tanto necesitamos ¡hoy
más que nunca! Con ese objetivo, el ministerio de Waqfs [8],
los ulemas sirios y los religiosos han dado un gran paso colaborando sobre todo
en la revisión de las referencias y las instituciones ya han iniciado ese
aprendizaje y van a proseguirlo.
Por supuesto, no debemos olvidar el importante papel de los medios de
prensa, que no cambiarán gran cosa si se limitan a hablar de los
corruptos, a criticarlos o incluso a atacarlos públicamente. Sólo
investigaciones realizadas con seriedad, con pruebas que las apoyen podrán ser
tomadas en cuenta por los investigadores y los tribunales encargados de luchar
contra la corrupción.
Ese es el papel del Estado, es el camino más corto y más rápido. Pero el
papel más importante, que se ejerce a lo largo de años y se sitúa en la base de
esta pirámide, y que es por tanto el basamento mismo de la lucha contra la
corrupción, es el papel que debe desempeñar la sociedad y, más particularmente,
la familia.
Para construir una sociedad que no sea corrupta, nosotros todos, padres
y madres, debemos dar a nuestros hijos una educación correcta. Tenemos que
plantearnos la cuestión de saber si lo que hemos observado como
corrupción, explotación, secuestros, robos, traiciones y tantos otros vicios
aparecerían en nuestra sociedad si los padres de esos delincuentes les hubiesen
asegurado una educación correcta. Por otro lado, ¿qué pasó con los
millones de personas honestas, que trabajan tanto en el sector público como en
el privado? ¿Con todos esos jóvenes que decidieron enrolarse [en el ejército]
exponiéndose a morir por la defensa de la Patria? ¿Con los ciudadanos que han seguido
cumpliendo con su deber hacia la
Nación y con las familias que resistieron sin abandonar
su tierra a pesar de lo difícil de la situación? Ellos no actuaron
siguiendo órdenes de un superior o directivas administrativas. Lo hicieron
porque sus familias les inculcaron una buena educación, ofreciendo así personas
honestas y patriotas a la comunidad nacional.
Una educación que hace que el ciudadano respete la ley por convicción y
no por temor a un castigo, que el funcionario está motivado por servir al
público y no por un interés personal y que el propietario de un capital está
consciente de que si defrauda el fisco está robándole a 23 millones de
personas mientras que un simple ladrón le roba solamente a una sola o a unas
pocas personas.
Esa es la base educativa que produce un ciudadano dispuesto a ayudar su
familia y su sociedad en momentos de crisis en vez de explotarlos. Es lo
que impide que un ciudadano se convierta en un mercenario utilizado contra
su Patria cada vez que un conspirador o un extranjero se lo pide. Es lo que
permitirá al Estado realizar su cometido con profundidad y con más eficacia.
Convirtamos entonces la lucha contra la corrupción en nuestra prioridad, no sólo
para las autoridades implicadas sino para cada uno de nosotros. No nos
limitemos a hablar de la corrupción, ¡ataquemos sus raíces y cesemos de
aferrarnos a sus ramas!
Señoras y señores,
Los Estados que se esconden tras el terrorismo han tratado de destruir todas
las bases de la vida en Siria. Paralelamente a las operaciones asesinas que
afectaron a indiscriminadamente todos los sectores de la población se dedicaron
a la destrucción sistemática de nuestra infraestructura, construida a lo largo
de décadas de esfuerzos, con el dinero y los esfuerzos de varias generaciones
de sirios. Es innegable que esa destrucción global han afectado a todos y cada
uno de nuestros ciudadanos en su vida cotidiana, sus medios de subsistencia y
sus bienes. Eso determina nuestra preocupación específica por los bienes de los
particulares.
Decimos esto sin olvidar las constantes incursiones de los terroristas
contra los campos petrolíferos que representan los principales ingresos al
tesoro de la Nación,
los ataques contra esas instalaciones para destruirlas, los sabotajes contra
las líneas eléctricas que alimentan las ciudades de cada provincia. Es por ello
que en todo el país sólo podemos disponer de una cantidad limitada de horas de
electricidad al día. En cuanto al turismo, que estaba en pleno desarrollo
y que constituye una fuente importante de ingresos para el Estado y la
ciudadanía, podemos decir que cayó casi a cero. Ese vandalismo generalizado ha
obligado a modificar las prioridades del Estado, sobre todo teniendo en cuenta
que numerosos individuos carentes de conciencia han dejado de pagar sus
facturas e impuestos.
Todos esos problemas han ido acumulándose y han llevado a una situación
económica difícil que está afectando a cada ciudadano sirio,
sin excepción. Además, los peores daños han afectado la infraestructura
vital para la economía. Habrá que poner particular énfasis en la reconstrucción
de esa infraestructura así como en la reconstrucción de las viviendas, de las
fábricas, las carreteras, de todo lo que fue destruido o dañado. Ese trabajo
tendrá consecuencias positivas para toda la ciudadanía, sabiendo que ¡la
reactivación de la economía no será posible sin la reconstrucción!
Sí, señoras y señores,
La próxima etapa económica llevará el nombre de «reconstrucción». Todos
juntos dedicaremos nuestros esfuerzos a ese sector así como a los sectores
complementarios. En este punto, insisto en la artesanía y las pequeñas y
medianas empresas que pueden desarrollarse rápidamente y crear numerosos
empleos. Además, seguiremos apoyando los dos sectores estratégicos: el sector
público y el sector agrícola. Ambos han sido y siguen siendo herramientas
fundamentales de la economía siria y que ahora constituyen los instrumentos
más importantes de resistencia ante la crisis.
Decir que «la próxima etapa económica llevará el nombre de
“reconstrucción”» no significa que tengamos que esperar el fin de la
crisis. Tenemos que comenzar desde ahora. Por su parte, el Estado ya ha votado
leyes que estimulan y facilitan la inversión en ese campo. Por ejemplo, el
gobierno adoptó recientemente toda una legislación sobre la zona de Kafar
Suseh, en Damasco. Comenzaremos la reconstrucción por esa zona. A ella se
asociarán propietarios de tierras –que no son necesariamente personas
acomodadas, la mayoría son más bien pobres porque no han podido
explotar sus tierras por múltiples razones, empresarios, trabajadores y el
Estado, que posee intereses allí. La repartición de las cuotas se terminará en
alrededor de una semana y está previsto que iniciemos la reconstrucción en esa
zona hacia fines de año o inicios del año próximo, con la aplicación de ese
modelo en otras provincias sirias, si las condiciones de seguridad así
lo permiten.
Iniciemos entonces, de la mano, la reconstrucción de Siria para seguir
siendo dignos de ella ¡y que nuestra carrera contra el tiempo sea para
reconstruirla, no para destruirla! Demostremos, como hemos venido
haciéndolo desde hace 3 años, que la voluntad de los sirios es mucho
más fuerte que las fechorías de los terroristas y de los agentes pagados
por el extranjero.
Queridos hermanos y hermanas,
En este día nos dirigimos todos hacia una nueva etapa. En este momento,
lo que más cuenta para nosotros es nuestro consenso sobre la protección de la Patria, su reconstrucción
moral, sicológica, física, material… y también nuestro consenso sobre la
erradicación del terrorismo y el trabajo a favor del regreso de quienes se
desviaron del buen camino en el seno de su propia Patria.
Y ya que estamos mirando hacia el futuro, admitamos que tenemos que
remediar inmensas lagunas a nivel nacional. Eso implica que tenemos que
conjugar nuestros esfuerzos, ayudarnos unos a otros para emprender juntos esta
nueva etapa y para que haya una relación interactiva entre el pueblo, sus
instancias dirigentes y su gobierno. Dirigir y gobernar no significa pasar
por alto la opinión del pueblo, ni que el pueblo se limite a
esperar que todo venga de sus dirigentes.
Si queremos tener éxito, tenemos que marchar juntos hacia el porvenir
que deseamos. De ahí la pertinencia de la divisa «Juntos» [9],
que significa que debemos compartir el sentido de las responsabilidades a
todo lo largo de nuestro recorrido y que es juntos como reconstruiremos lo
que fue destruido. Seguiremos golpeando al terrorismo, como también
proseguiremos los procesos de reconciliación en todas las regiones del país
hasta que no quede ya ni un solo sirio en los centros de
relocalización ni en los campamentos de refugiados. Lucharemos contra la
corrupción con la Ley
y la moral. Fortaleceremos nuestras instituciones mediante la igualdad de
oportunidades y la eliminación del favoritismo. No tenemos razón alguna
para quedarnos inactivos o ser negativos ante los desafíos que nos esperan.
La mayoría de los aspectos negativos de nuestra sociedad son resultado
de cierta cultura que se incrustó en nuestras mentes. Pero tenemos que
sustituirla por una cultura de la iniciativa, de la cooperación y de la
preocupación por los demás en vez de hundirnos en el individualismo y el
derrotismo.
Algunos han de preguntarse: «¿Qué hacer si los funcionarios
no responden a nuestras expectativas?». La pregunta es pertinente pero
no podemos generalizar un caso al conjunto de todos los funcionarios. Siempre
habrá alguien que escuche y que preste interés. A nosotros corresponde no bajar
los brazos e insistir por todos los medios para hacer que nos oigan para
contribuir a la construcción, al desarrollo y a que se rectifiquen los
errores.
Yo estoy perfectamente consciente de que son muchas las expectativas
sobre lo que acabo de decir. También sé que las expectativas son mucho más
numerosas que las que puedo mencionar en un simple discurso. Son expectativas
legítimas en su gran mayoría y a menudo muy lógicas, pero las guerras
imponen prioridades que es absolutamente indispensable identificar. Tenemos un
ejército heroico que defiende la
Patria ofrendando miles de mártires, que defiende a las víctimas
inocentes del terrorismo que caen cada día, a los ciudadanos secuestrados o
desaparecidos que han dejado familias que sólo esperan verlos regresar. Otros
han tenido que abandonar sus hogares y se han convertido en personas
sin techo y otros más ya no tienen ni siquiera una vida decente…
Es por lo tanto imposible, en esa situación, que otras prioridades prevalezcan
sobre las preocupaciones que implican a tantos compatriotas.
Cuando hablamos de mártires y de ciudadanos inocentes masacrados,
no mencionamos simples cifras. Tras ellos hay familias que
han perdido un padre, una madre, un hermano,
una hermana, un hijo, una hija… Y cuando hablamos de ciudadanos
desaparecidos, es imperativo que nuestra primera prioridad sea tratar de saber
qué ha pasado con ellos y cómo encontrarlos. ¡Agreguen ustedes a eso
que hay quienes ya ni siquiera tienen cómo alimentarse!
Es cierto que teníamos algo de pobreza antes de esta crisis pero
no era absolutamente comparable a lo que hoy estamos viviendo. Es para
aliviar a todos esos y para alcanzar nuestros objetivos que tenemos que dedicar
todos nuestros esfuerzos a respaldar nuestras fuerzas armadas, tanto a nivel
del Estado como de la sociedad. Porque no podemos decir a las familias de
nuestros desaparecidos, de los militares, de los hambrientos que son más
importantes las prioridades de quienes se han cansado o han perdido el
entusiasmo. Ignorar eso sería negar la realidad.
Queridos hermanos y hermanas,
Es la firme resistencia de ustedes lo que determinó la muerte de la falsa
«primavera árabe» para reorientar la brújula en la dirección correcta.
Una verdadera primavera habría comenzado en los países del atraso árabe. Una
verdadera revolución de los pueblos por la libertad, la democracia y la
justicia habría comenzado en los países más retrógrados, en los más opresivos y
tiránicos; en esos países que están detrás de cada catástrofe [10]
que se ha cebado en esta nación, detrás de cada guerra desata contra ella y que
han dado origen a todas las desviaciones intelectuales y a todas las
depravaciones morales; en los países que representan la mayor realización de «Occidente»,
la mayor causa de todos los éxitos de Israel y de su surgimiento en nuestra
región. Testigo de ello es la posición actual de esos países ante la agresión
israelí contra Gaza.
¿Y qué ha pasado con el entusiasmo y la fingida buena voluntad que
supuestamente mostraban hacia Siria o hacia el pueblo sirio? ¿Por qué
no apoyan a Gaza? ¿Dónde están sus yihadistas? ¿Por qué no los mandan
a defender a nuestros hermanos de Palestina? Para responder a esas preguntas,
señoras y señores, tenemos que saber lo que realmente está sucediendo en Gaza.
Lo que está sucediendo en Gaza no es un acontecimiento aislado ni
instantáneo. Desde la ocupación de Palestina hasta la invasión y los actuales
intentos de partición de Irak, después de la partición de Sudan, hemos estado
asistiendo a una serie de acontecimientos impecablemente planificada por Israel
y Occidente. ¡Todo esto resulta evidente! Agreguemos a eso que la ejecución de
los planes sucesivos ha pasado siempre por los Estados de la tiranía y el
atraso.
Pero hablemos de los hechos en vez de quedarnos en la teoría.
¿No fue Abdul Aziz ben Abdul Rahman Al-Faisal [11]
quien confirmó a Gran Bretaña en 1915 que «no veía inconveniente en dar
Palestina a los pobres judíos?»
¿No incitaron esos países [del Golfo] a Occidente e Israel a desatar la
agresión de 1967, cuya factura seguimos pagando todavía, para deshacerse del «fenómeno
Gamal Abdel Naser» que, en aquella época, había amenazado sus tronos?
¿No apoyaron esos países [del Golfo] a Irán, bajo el reinado del shah,
para volverse después contra ese país cuando el gobierno iraní –después de la Revolución– decidió
respaldar a Palestina y convirtió la embajada de Israel en embajada palestina?
¿No apoyaron esos países [del Golfo] los crímenes que la Hermandad Musulmana
y los «Hermanos del Diablo» cometieron en Siria durante la segunda mitad
de los años 1970 y hasta los años 1990? ¿No los respaldaron en contra del
pueblo sirio y de su Estado, que nunca cometieron contra ellos ningún acto de
hostilidad?
Esos mismos Estados [del Golfo] son los que adelantaron en 1981 la «Iniciativa
de paz» presentada por el rey Fahd, amenazando a los palestinos con ríos de
sangre si la rechazaban. Y, efectivamente, apenas un año después de que las
organizaciones palestinas rechazaran esa iniciativa vino la invasión israelí
contra el Líbano, cuyo resultado fue la salida de la OLP, no en aras de proteger el
Líbano sino para proteger Israel.
Son también los Estados [del Golfo] los que nos sorprendieron con la más
extraña de las iniciativas resumida en 3 palabras: «Normalización por Paz»,
posteriormente modificada para convertirse en «Iniciativa árabe de paz»
en la cumbre de Beirut de 2002. La versión modificada, aún siendo menos
negativa que la versión inicial, no valía la tinta que uso para redactarla
el primer ministro israelí Ariel Sharon, quien no tardó en lanzar un
ataque contra los palestinos, ataque que costó cientos de mártires, sobre todo
en Naplusa y Yenin.
Después, cuando Israel atacó el Líbano en julio de 2006, el llamado
“Saud” consideró que la
Resistencia libanesa era inconsciente y temeraria mientras
que esos mismos países [del Golfo] estimulaban a Occidente e Israel para que
este último no pusiera fin a las hostilidades antes de la eliminación de la Resistencia libanesa.
Y fue precisamente porque esos países [del Golfo] complieron
satisfactoriamente sus misiones que se les dio la tarea de financiar el caos al
que se ha llamado «primavera árabe» y que recibido órdenes de la Liga Árabe, cuando otros
países han renunciado, reduciendo su papel a lanzar llamados a la OTAN y a poner bajo asedio
los pueblos árabes y los Estados que se rebelan contra sus amos.
Todos estos acontecimientos y muchos más son parte de una serie
destinada a disolver la cuestión palestina. Todo el dinero que esos países [del
Golfo] han gastado desde su creación ha perseguido ese único objetivo. Y
ahora desempeñan en Gaza el mismo papel que ya jugaron en Siria. Allí, lo hacen
a través del terrorismo israelí. Aquí, lo hacen a través de un
terrorismo de 83 nacionalidades. Los procedimientos son muy numerosos pero el
objetivo es siempre el mismo y también es siempre el mismo amo.
Esto último nos lleva a subrayar otra cuestión de importancia. Hay
quienes dicen no estar interesados en lo que sucede en Gaza, convencido de
que nosotros mismos ya tenemos suficientes preocupaciones y problemas. Otros se
expresan con ironía ante esta agresión de Israel contra los palestinos.
reaccionando así ante la ingratitud y la poca lealtad de ciertos palestinos
hacia todo lo que Siria les aportó durante décadas [12].
Son comportamientos ingenuos ya que lo que está sucediendo en Siria y en toda
la región está directamente vinculado a Palestina y a lo que sucede en los
territorios palestinos. En este caso en específico, distanciarse es como
sentarse a mirar como el fuego devora la casa del vecino en vez de ayudarlo a
apagar el incendio creyendo que estamos al abrigo de la misma desgracia, cuanto
en realidad el fuego avanza poco a poco.
Se hacen ilusiones, quienes creen que podemos vivir con toda seguridad y
distanciarnos de la cuestión palestina porque esta última seguirá siendo el
tema central basado también en nuestros principios y en las realidades que se
imponen y que demuestran la estrecha correlación entre lo que sucede en Siria y
lo que sucede en Palestina, sobre todo cuando sabiendo la estrecha correlación
que existe entre las políticas internacionales y regionales cuando se trata de
nuestra región [13].
Todo esto exige de nosotros que sepamos distinguir entre el pueblo
palestino que resiste –al que nosotros debemos respaldar– y los comediantes que
portan la máscara de la resistencia en función de sus propios intereses,
para mantener una apariencia o obtener algún poder [14].
No hacerlo sería ponernos, consciente o inconscientemente,
al servicio de los objetivos israelíes, que apuntan a que nos disputemos
aún más entre nosotros y a hacernos creer que nuestras crisis son locales y
sin relación entre sí. Creer esa ilusión nos llevará a tomar malas
decisiones que conducirán a soluciones ineficaces, que a su vez nos impedirán
resolver los problemas que enfrentan nuestros Estados respectivos.
Señoras y señores,
Un pueblo como ustedes, que se ha mantenido en pie, que ha resistido y
que se mantuvo en un país sometido a una agresión de una crueldad nunca vista,
es un pueblo digno de la más alta consideración y del mayor respeto; es un
pueblo digno de su tierra, de su historia y de su civilización; es un pueblo
que devuelto a la
Revolución su verdadero sentido; es un pueblo que ha
demostrado que los sirios viven y mueren con honor porque su dignidad es más
importante que la vida misma y su fe en Dios está estrechamente vinculada a su
fe en su Tierra, en su Patria y en su Pueblo.
Aunque hayamos realizado últimamente grandes hazañas en nuestra guerra
contra el terrorismo, nunca podremos olvidar nuestra amada [ciudad de] Raqqa,
la que vamos a liberar con la gracia de Dios. En cuanto a Alepo, [ciudad]
de la resistencia, y sus heroicos habitantes, no descansaremos hasta
devolverles la libertad y la seguridad. Las operaciones militares cotidianas
alrededor de esa ciudad y el número de mártires, que llegaron de todas las
regiones del país para defenderla al precio de sus propias vidas, demuestran
claramente que Alepo está en el corazón de cada sirio. ¿Y cómo podría
un cuerpo olvidar su corazón? [15]
Todos mis saludos al Ejército Árabe Sirio, a sus oficiales y a cada uno
de sus soldados, que lo han dado todo por la defensa de la Patria, dejando tras de sí
a sus familias con la firme intención de vivir para reunirse nuevamente con
ellos.
Todos mis saludos a los Comités Populares de Defensa [16],
a todos los hombres y mujeres jóvenes que han tomado lar armas para defender el
honor y la dignidad de su país hasta convertirse en importantísimos auxiliares
de nuestro Ejército en numerosas regiones del país.
Y sobre todo, todos mis saludos a este pueblo que, al respaldar a su
Ejército y sus hijos enfrascados en el combate, ha contribuido grandemente a
hacer posible sus hazañas.
No olvidaremos a los hijos fieles y heroicos de la Resistencia libanesa
que se alzaron codo con codo con nuestro propio Ejército para librar juntos
honorables batallas de ambos lados de nuestras fronteras comunes [17].
A ellos hacemos llegar nuestro saludo, así como a cada una de las familias de
sus mártires, que pagaron nuestra fidelidad con su fidelidad considerando que
la defensa de Siria era para ellos un deber tan imperioso como la defensa del
sur del Líbano [18].
Todos nuestros agradecimientos a Irán, a Rusia y a China, países que han
respetado las decisiones del pueblo sirio a largo de 3 largos años y que
han defendido con justicia todas las normas de la Carta de las Naciones Unidas
sobre el respeto de la soberanía de los Estados y la no injerencia en sus
asuntos internos.
Honorables sirios,
Nos esperan desafíos considerables y grandes tareas. Nuestro éxito a
pesar de las dificultades y nuestra confianza en nosotros mismos
no significan que podamos bajar la guardia. Nuestros enemigos son pérfidos
pero es grande nuestra determinación. Es nuestra propia voluntad lo que nos
permitirá convertir la adversidad en fortuna. Y si el precio que hemos pagado
es exorbitante, hagamos que el futuro esté a la altura de todo lo que eso nos
ha costado.
Se abre una nueva etapa. Estamos preparados para ella porque Siria
merece todos nuestros esfuerzos. Nada le negaremos, como nuestros héroes que no
le negaron ni siquiera su propia sangre, ni sus vidas.
En lo que me concierne, yo seguiré siendo de ustedes. Viviré entre
ustedes, inspirándome en ustedes y orientándome gracias a la vigilancia de
ustedes. Con ustedes… de la mano.
Y Siria seguirá siendo una ciudadela inexpugnable, por sí misma y por su
dignidad.
¡Que la paz sea con ustedes!
Nota y vínculos
[1] «Dios es el más grande»
[2] Alusión al príncipe saudita Bandar ben Sultán.
[3] Alusión al hecho que el primer ministro turco Recep
Tayyip Erdogan, es en realidad miembro de la Hermandad Musulmana,
aunque dice haber abandonado esa cofradía.
[4] Entrevista informal con Andrew Gilligan para el Sunday
Telegraph, 29 de octubre de 2011: “Syria’s
President Assad: ’I live a normal life - it’s why I’m popular’” y “Assad:
challenge Syria at your peril”.
[5] Alusión al plan estadounidense tendiente a poner la Hermandad Musulmana
en el poder en todos los países árabes a través de supuestas revoluciones
denominadas «primaveras árabes».
[6] Alusión a la ola de terrorismo y el intento de golpe de
Estado de la
Hermandad Musulmana en Siria en 1979-1982.
[7] La Fitna
es la guerra entre musulmanes en la que se enfrentan sunnitas y chiitas.
[8] Ministro de Cultos, a cargo de la administración de los
bienes vinculados a las diferentes religiones.
[9] La campaña electoral del candidato Bachar al-Assad se
desarrolló bajo el lema «Sawa» que significa «Juntos».
[10] La utilización en este contexto de la palabra «catástrofe»
(en árabe «nakba») es una alusión a la expulsión de las poblaciones
palestinas organizada en 1948 para liberar las tierras con vista a la creación
del Estado colonial de Israel. Aquel hecho traumático reviste, en la conciencia
colectiva de los pueblos árabes, una significación comparable a la de la Segunda Guerra
Mundial en la conciencia colectiva de los europeos.
[11] Conocido en Europa bajo el nombre Ibn Saud
(1880-1953). Fue el fundador de la dinastía de los Saud y propietario de Arabia
Saudita.
[12] Alusión al Hamas, organización que –en su calidad de
miembro de la Resistencia
palestina– encontró en Siria –principalmente a partir de 2001– asilo político y
ayuda financiera, diplomática y militar. A pesar de ello, al comenzar la
operación conocida como «primavera árabe», el Hamas se alió a las
instrucciones de la
Hermandad Musulmana y se sumó a la guerra contra Siria. El
Hamas trató fundamentalmente, con ayuda de oficiales del Mossad israelí, de
hacerse del control del campamento de refugiados palestinos de Yarmuk, en las afueras
de Damasco, pero fue derrotado por fuerzas combinadas del Ejército Árabe Sirio
y de otros grupos palestinos, principalmente el FPLP-Comando General, que
se mantuvieron junto al Estado sirio.
[13] El análisis del presidente Assad se basa en su
compromiso antiimperialista mientras que el de los movimientos islamistas parte
del principio que Palestina es una tierra musulmana que hay que proteger de
gobiernos no musulmanes.
[14] Desde el inicio de la actual ofensiva de Israel contra
la franja de Gaza, Siria ha estado respaldando la Yihad Islámica y
grupos de miembros del Hamas –pero no el Hamas como organización.
[15] El presidente Assad pronuncia este discurso en
momentos en que el territorio nacional sirio está casi enteramente liberado de
la invasión extranjera. Sólo se mantienen ocupadas aún la ciudad de Raqqa –en
manos del Emirato Islámico (ex EIIL)– y parte de la importante ciudad de
Alepo. Por otro lado, las regiones rurales de los distritos de Alepo, Raqqa y
Deir ez-Zor viven aún bajo el terror de bandas armadas que se desplazan
constantemente.
[16] Los Comités Populares de Defensa son milicias
populares que garantizan la defensa de las zonas habitadas. Creados a finales
de 2012, siguiendo una sugerencia iraní, estas milicias se nutren de los
miembros de la población local que han cumplido el servicio militar y que
no tienen antecedentes penales. Sus miembros garantizan la seguridad de
los barrios y regiones donde residen.
[17] Alusión a la participación del Hezbollah en la lucha
antiterrorista.
[18] En 2006, durante la agresión israelí contra el Líbano,
y en 2008, cuando el gobierno del entonces primer ministro libanés trató de
destruir los medios de la
Resistencia, Siria desplegó –bajo la dirección del entonces
ministro sirio de Defensa Hassan Turkmani– una importantísima asistencia
militar a favor del Hezbollah,
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